Frases de la película Tres metros sobre el cielo (3MSC)
Un día pasa, pasa que estás de pie en algún lado y te das cuenta de que no quieres ser ninguno de los que están a tu alrededor. No quieres ser el puto pringao al que le has reventado la cara. Ni tampoco tu padre, ni tu hermano, ni nadie de tu puta familia. Ni quieres ser la señora jueza. Ni siquiera quieres ser tú. Solo quieres salir corriendo. Salir a toda hostia del sitio en el que estás.
¡Fea!... ¡Sí tú!... Fea.
A ver dices que soy un bestia y un bruto. Yo no puedo permitir que alguien así te lleve a casa.
¿Nos quedamos así toda la noche o te apetece cambiar de postura?
- Esta noche estás guapísima.
- ¿Esta noche?
- Siempre.- ¿Qué tengo que hacer para que me perdones?
- Llevo varios días encontrando la razón para perdonarte y no me sale.
- Típico de las mujeres.
- ¿Lo ves? Ese típico es justo lo que arruina todo.- ¿Qué quieres?
- Mi bolso.
- Pues cógelo...
- No puedo, un imbécil se me ha adelantado.Cuando dejes de tener miedo empezarás a disfrutar.
- El día que te llamen a declarar, esta chica buena dirá que yo no hice nada, ¿sabes porqué?
- ¿Por qué?
- Porque ese día estarás tan loca por mí que harás lo que sea con tal de salvarme.Ay Babi, Babi Babi soy un cerdo, un animal, un bestia, un violento pero te dejarías besar por mí.
- Ya quiero verte.
- Estoy castigada, me pillaron al llegar a casa.
- Así que no es una leyenda urbana. Aún se castiga a las niñas buenas que se portan mal, ¿no?Y de repente pasa, algo se acciona, y en ese momento sabes que las cosas van a cambiar y han cambiado. Y a partir de ahí nada volverá a ser lo mismo... nunca.
Y de repente alguien que te dice: ¡tranquilo!, que aflojes, y cuando aflojas te das cuenta de las cosas.
- Estoy nerviosa.
- ¿Por qué?
- Porque nunca lo he hecho con nadie.
- Yo tampoco
- ¡Mentiroso!
- ...Yo no tengo prisa Babi.- Estoy feliz.
- Creo que yo más.
- No, yo mucho más.
- Yo de aquí a Barcelona.
- Yo de aquí al cielo.
- ¿Sí? Pues yo muchísimo más.
- ¿Cuánto?
- A tres metros sobre el cielo.Me niego a hacerme vieja y darme cuenta que me he convertido en alguien como tú. Yo no quiero vivir tu vida de mierda, mamá.
Siempre hay un momento en que el camino se bifurca, cada uno toma una dirección pensando que al final los caminos se volverán a unir. Desde tu camino ves a la otra persona cada vez más pequeña. No pasa nada, estamos hechos el uno para el otro, al final estará ella, pero al final solo ocurre una cosa, llega el puto invierno.
Y de repente te das cuenta que todo ha terminado. Ya no hay vuelta atrás, lo sientes, y justo entonces intentas recordar en qué momento comenzó todo y descubres que todo empezó antes de lo que pensabas... Mucho antes... y es ahí justo en ese momento cuando te das cuenta de que las cosas solo ocurren una vez, y por mucho que te esfuerces, ya nunca volverás a sentir lo mismo, ya nunca tendrás la sensación de estar a tres metros sobre el cielo.
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