Frases de la película Tarde de Perros

Dirección: Sidney Lumet.
Actuación: Al Pacino, John Cazale, Penelope Allen.
Género: Biografía, Crimen, Drama, Thriller/Suspenso.
Estreno: 1975.
Otros títulos: Dog Day Afternoon.

• - Sonny, me está entrando miedo.
  - ¿De qué hablas?
  - Es demasiado para nosotros.
  - ¿Estás loco? El ha empezado ya. Sacó la metralleta.
  - ¡Vamos! ¡Tú a la puerta! Ponte en la puerta.
  - ¡Quietos!

• - ¡No puedo hacerlo, Sonny! ¡No voy a poder, Sonny!
  - ¿Qué dices? ¡Apunta!
  - No puedo, Sonny.
  - ¡Maldita sea! ¡Sal!
  - ¿Qué?
  - ¿Dónde estás? Dice que no puede.
  - ¡Que se largue!
  - ¡Vamos, Sonny!
  - Bien. Abrale.
  - Haga Io que dice, Howard.
  - ¡Abrale!
  - Lo siento, Sonny.
  - ¡Mierda!
  - Deja el auto.
  - ¿ Y cómo voy?
  - En el metro. Necesitamos un auto.
  - ¡Las Ilaves!
  - Lo siento.

• - ¿Quién los avisó? ¿He hecho algo para herirle? ¿Lo traté mal?
  - Lo que gano no da para heroísmos. ¿Pero tenían un plan o no? ¿No me diga que entraron por capricho? ¿Tenías que hacer un fuego? Se Io dije, váyanse pero Uds. Nada, ni caso.

• Necesito tiempo para pensar. Tengo que pensar. ¡O se largan, o empiezo a tirar muertos a la calle!

• - ¿Iba en serio Io que dijiste?
  - ¿Sobre qué?
  - Lo de tirar muertos a la calle.
  - Eso es Io que quiero que crea.
  - Dime la verdad. Porque yo estoy dispuesto a hacerlo.

• ¿Recuerda Io de Attica? Mataron a 42 personas. Inocentes y culpables. A Ud. No. Me Ilevaré a una de las chicas, casada y con hijos. No les gusta que el diario diga que mataron a una mujer.

• - ¿Por qué no trató de hacerlos salir?
  - Me equivoqué. Creí que al verme les abrumaría el remordimiento. ¿ Y sabe algo? Nadie ha dicho "rehén" todavía. Es un asalto.

• - ¿Están bien los del banco?
  - Están bien.
  - ¿Estás tú solo o tienes cómplices?
  - No estoy solo. Tengo a Sal.
  - ¿Sal de qué? ¿Salvatore?
  - Es un asesino. Peleamos en Vietnam. Matar no nos significa nada.
  - ¿En el ejército?
  - Sí.
  - ¿Cómo te Ilamas?
  - ¿Qué le importa eso?
  - Quiero Ilamarte de algún modo. Vamos a ser razonables, ¿de acuerdo? Dime tu nombre.
  - Llámeme Sonny.
  - Escucha, Sonny. Quiero saber si todos están bien.
  - Sí.
  - Quiero buscar el modo de sacarlos de ahí.

• - Suelta los rehenes. Nadie considerar los cargos de rapto. Te echarán cinco años y en uno estás fuera.
  - ¿Qué? ¡Béseme! ¡Cuando me joden, me gusta que me besen en la boca! Ud. Es policía municipal. El asalto es delito federal. Me pueden cargar con asalto y secuestro. Me enterrarán. No hablo con alguien que intenta engañarme. Quiero el que manda. Yo no hablo con puercos traidores.

• - Sonny, estás en la pantalla chica. ¿Podrías contestar unas preguntas? ¿Por qué Io haces? ¿Hola?
  - Acabo de verme ahí. ¿Por qué Io hago? ¿Por qué hago qué?
  - Asaltar un banco.
  - No le entiendo. Asalto un banco porque tienen dinero. Por eso.
  - ¿Crees que robar es la única solución? ¿No podrías trabajar?
  - No. ¿Haciendo qué? Sabe, para trabajar hay que formar parte de un sindicato. Sin tarjeta de sindicato no hay trabajo.
  - ¿ Y un empleo no sindicado?
  - ¿Qué le pasa a este? ¿No sindicado? ¿Como qué, cajero? ¿Sabe Io que ganan? No mucho. Empiezan con $115.00 semanales. ¿Se vive con eso? Tengo mujer y dos hijos. ¿Cómo vivimos? ¿Cuánto gana Usted?

• - Estoy con mi compañero y otras 9 personas. ¡Vamos a morir! Acabaremos con los sesos por el pavimento. ¿Lo mostrará en la TV? ¿Eso verán las amas de casa? Será mejor que una telenovela. Y para mí, ¿qué? Quiero algo a cambio.
  - Podrías entregarte.
  - ¿Entregarme? ¿Ha estado Ud. En la cárcel?
  - No.
  - ¡No! ¡No hable de Io que no sabe un carajo! Dígame cuánto gana.

• - ¿Qué te pasa?
  - Me Io prometiste, ¿no? ¿No me prometiste una cosa? ¿No dijiste que si no salía bien nos matábamos? ¿Sí o no?
  - ¡No hablaba de eso!
  - ¿No crees en mantener tus promesas? ¿Sigue en pie?
  - Sí.
  - ¿Entonces, qué coño dices?
  - Yo no vuelvo a la cárcel.

• - Tienes que entender una cosa. Si nos vamos, no podemos volver. No hay regreso. O sea que si quieres hablar con alguien o despedirte, hazlo ahora.
  - No.
  - ¿Quieres ir a algún país especial?
  - Sí. A Wyoming.
  - Wyoming, no. Eso no es un país. No importa. Yo me ocuparé de todo.

• - Yo aquí, tan tranquila, y de pronto la radio se pone a hablar de Sonny. ¡No podía creérmelo! ¡Agarro los niños! ¡Se Io digo yo! ¡Sonny no ha sido! El no robaría un banco. ¡No es su personalidad robar, ni herir a nadie ni hacer nada malo! ¡Desde el día que Io conocí, no ha hecho nada malo! Anteanoche fuimos a Coney Island. ¡Miro en la guantera y veo un revóIver con balas! Entonces me acuerdo que hace días que anda raro y con unos maleantes. Así que Io miro. ¡A la cama! ¡Cómo les chilla a los niños! Luego quiere que suba a una atracción para niños. No quiero. Se pone a gritar. Me sigue chillando y chillando. En el auto le digo, "¿Que harás con ese revóIver? " "¿Matarme o qué? " Le agarré miedo. Ese día le agarré miedo. Su madre dice que siempre peleamos, la policía siempre en nuestra casa. Un día en el auto, le pegué con la palanca del gato. SóIo que no acerté y me di yo. ¡Qué moretón! ¡De acá hasta acá! ¡Y éI se pone el sombrero y el saco, y se larga! Me dicen que Io hizo éI. Pero yo no Io creo.
  - Sra. Wortzik, quieren que vaya al banco.
  - ¡Su cuerpo Io habrá hecho! ¡Pero él, éI mismo, ni pensarlo!

• - Nunca he subido en un avión.
  - ¿Y qué? Es tan seguro como un auto. Más que un auto. No pasa nada, Sal.

• - ¿Quién me da un cigarrillo?
  - Yo.
  - Sylvia, tú no fumas.
  - ¿No fuma? ¿Por qué va a empezar ahora?
  - Porque me muero de miedo.
  - ¿Qué? ¿ Ud. No fuma?
  - No.
  - ¿Por qué?
  - Por miedo al cáncer.
  - ¡Dios mío! ¡El cigarrillo!
  - Haga Ud. Io que quiera. Pero debería cuidar su cuerpo.
  - ¿Mi cuerpo? ¿Para qué?
  - Es el templo del Señor.
  - ¡Y Io dice en serio! Así que roba un banco pero conserva su cuerpo puro. ¿Así es?
  - ¿Va a fumar, o no?
  - Sí. Si me muero de cáncer, parte será culpa suya.
  - No. Será por su debilidad.
  - Sí. Soy débil.

• - ¿Estás bien, León? ¿Te dieron una inyección en el hospital?
  - Me inyectaron cómo no se imagina.
  - Tienes que controlarte para hablarle y hacerle salir. Tiene 8 personas y un tal Sal. ¿Lo conoces?
  - No. Creo que no.
  - Dice que matará a todos.
  - No puedo evitarlo. No puedo impedirle que Io haga.
  - ¿A quién le hará caso entonces?
  - Yo no puedo hablarle. No escucha a nadie. Ha estado como loco todo el verano. Desde junio quiere matarme. Primero con un revóIver y luego con un cuchillo. Le pegó a mi amigo.
  - ¿Llamaste a la policía?
  - ¿Para qué? Se habría enojado más. No hubiera conseguido nada.

• - Yo fui el que quiso casarse. El no quería pero Io hizo. No sé por qué.
  - ¿Por qué quisiste?
  - Pensé que me ayudaría pero no. Estaba hecho un lío. Hacía verdaderas locuras.
  - ¿Qué locuras?
  - Después de la boda me escapé 10 días a Atlantic City.
  - Sonny se puso desesperado. Sabía que estaba bebiendo. No sabía ni dónde estaba, ni con quién. No puedo decirle las cosas que hice. Al fin vi a un siquiatra que me dijo que era una mujer en el cuerpo de un hombre. Sonny quería pagar la operación para el cambio de sexo, pero ¿de dónde iba a sacar el dinero? ¡Nada menos que $2,500! Ya estaba agobiado de deudas.
  - ¿Quería pagarte la operación?
  - Eso le volvió loco. Le daban ataques de furia y yo andaba más deprimido que nunca. Sabía que nunca me operarían. Así que traté de suicidarme. Me tomé un kilo de píIdoras. Rojas, azules, amarillas, de todas y acabé en el hospital. Sonny vino a verme. Y se queda mirándome y me dice "¿Por qué, León? " ¡Ahora que todo iba tan bien! "
  - ¿No crees que esto Io hizo por ti?
  - Sí, supongo que sí.
  - ¿No crees que es deber tuyo sacarlo de ahí?
  - No puedo hablar con éI.
  - Estás hasta el cuello en esto. Eres cómplice.

• La policía interroga a León Shermer, homosexual de 26 años que dice estar casado con uno de los asaltantes. Según unas fuentes en la peluquería donde tienen a León León dijo que el matrimonio Io celebró oficialmente el padre Burke.
  Su versión se ha confirmado. Asistieron a la boda 7 damas de honor varones, la madre, y unos 70 invitados. Todos de la comunidad homosexual. Logramos una foto de León vestido de novia. León confirma que su vestido y los de su corte costaron $700. No pudimos hablar con el sacerdote, pero se nos dice que fue exclaustrado. Llamadas telefónicas Ilegan de varios grupos de la comunidad homosexual. Algunas apoyando a Sonny y sus acciones, otras condenando Io ocurrido y Ilamando el matrimonio una farsa y, en sus palabras, "Un ejemplo de puro exhibicionismo".

• - En la TV dijeron "dos homosexuales". ¿Oíste Io que dijeron?
  - ¿Qué más da? ¡Que digan Io que quieran! ¡Que Io digan! Yo no soy homosexual.

• - Sí, ¿León?
  - Hola, Sonny.
  - ¿Qué pasó?
  - ¿Cómo estás?
  - Pues he salido del hospital.
  - Ya Io sé. Creí que nunca saldrías.
  - Nunca pensé salir de este modo.
  - Bueno, ¿cómo estás?
  - Un poco nervioso.
  - Moretti me dijo que te habían hinchado a sedantes. Pensé que por eso no querías hablarme. Me extrañaba.
  - Fue terrible, ¿sabes? Entra uno y de golpe le dicen que está loco. Luego empiezan a pincharle el brazo. ¿Cómo quieren que te "desenloquezcas" si estás siempre dormido? SóIo ahora empiezo a recuperarme. Bueno, ¿y tú cómo estás?
  - Estoy bien.
  - ¡Esta sí que es buena! ¿ Verdad?
  - No sé. Aquí me estoy muriendo.
  - ¿Te oyes cuando dices eso? ¿Nunca te oyes?
  - ¿Qué dices?
  - ¿Cómo, qué digo? Sí, te estás muriendo. ¿Sabes que dices eso todos los días? ¡Tú no te mueres! ¡Tú matas a los demás!
  - ¡No me vengas con esa mierda ahora! No me hace falta.
  - No te das cuenta de Io que haces.
  - ¿Sí? Sí, sé Io que hago.
  - Apuntas una pistola a una cabeza.
  - A veces no sé Io que hago.
  - Está claro que no. "Duerme y no dolerá cuando dispare." ¿Por qué crees que fui al hospital? Me tomé las píIdoras para escapar de ti. Y aquí me tienes, hablando contigo otra vez. No tengo trabajo. No tengo amigos. No puedo vivir. He de vivir con gente. Esto de matar, Io siento.
  - No sé por qué me vienes con esta mierda. ¿Qué quieres que te diga? ¡Yo metido en este lío! ¡Y tú con esa mierda! - - - Lo siento. Ya sabes Io que me pasa. Sabes cómo Io he pasado. Tengo mucha presión. Lo sabes. Tú en el hospital Ileno de tubos y deseando esa maldita operación. Y ahora me vienes con esa mierda. Todos me vienen con mierda. Todos quieren dinero. ¿Necesitabas dinero? Te Io conseguí.
  - No te pedí que robaras.
  - Sé que no me Io pediste. Lo sé. No estoy echando la culpa a nadie. ¡A nadie! Esto he hecho yo solo. ¿ Ves? Yo solo. Pero te diré una cosa. Quiero que sepas que me voy de aquí. Me voy de aquí en avión y quiero que Io sepas. Y quería que vinieras y sóIo quería decirte adiós. O si querías, que te vinieras conmigo. Eres libre para decidir. Eso es Io que quería decirte.
  - Soy libre, ¿eh?
  - Exacto.
  - ¡Seis meses queriendo escapar de ti, y voy a irme de viaje contigo! ¿Adónde vas? Aún no Io sé. Dijimos Argelia. No sé. Quizás a Argelia. Aún no Io sé.
  - ¿Por qué a Argelia?
  - No sé. Tienen un hotel Howard Johnson.
  - Estás loco, ¿sabes? ¡ De remate!
  - Estoy loco. Sé que estoy loco.
  - ¡Santo Dios! ¡Argelia! ¿Saben que Ilevan antifaces y trapos por la cabeza? ¡Están chiflados!
  - ¿ Y qué quieres que haga?
  - No sé. Elegir un sitio mejor.
  - ¿Como cuáI?
  - ¿Suecia o Dinamarca? Sí. Algo así.
  - ¿Sabes? Sal quería ir a Wyoming. Le dije que no era un país. No sabe dónde está. Estoy con un tipo que no sabe dónde está Wyoming. ¡Y tú te quejas!
  - ¿Así que Sal está contigo? ¡Qué bien! ¡Más te valdría darte por vencido!
  - ¡No! ¿De qué habría servido todo esto entonces? He Ilegado tan lejos. ¿Por qué rendirme ahora? No puedo darme por vencido.
  - ¿Quieres hacerme un favor?
  - Sí. ¿CuáI?
  - Verás. Los tipos que me tienen aquí creen que yo tengo algo que ver con el robo del banco.
  - ¡Eso es absurdo, León! ¡Absurdo! Te están mintiendo. Te están liando. Son cuentos.
  - Dicen que soy cómplice.
  - Te la están pegando. No les escuches.
  - ¡Me moriré en la cárcel, Sonny!
  - No irás a la cárcel.
  - ¿Cómo Io sabes tú?
  . Porque Io sé. Créeme.

• - ¿Sigues queriendo operarte?
  - Sí.
  - Entonces, ¿qué puedo decirte? ¡Muchas gracias y buen viaje!
  - Sí. Nos veremos.
  - Te veré en mis sueños, ¿eh?
  - Sí. Escribiré una canción.
  - No sé. La vida tiene gracia.
  - Tú Io has dicho, cariño.

• - Sonny, no puedo creerlo. Tú no haces cosas así.
  - Ya Io sé.
  - Nunca en tu vida hiciste daño a nadie.
  - Me muero aquí, ¿sabes? Me muero. Es culpa mía. Sabía que estabas tenso, que te pasaba algo. Como anteanoche. ¡Mira que les gritaste a los niños! Luego que subiera en esa oruga, toda Ilena de niños. ¡Ridículo! ¡Cómo iba a subirme! Y tú gritando "¡Cerda! ¡Sube en esa oruga! " Se me cayó el alma a los pies el corazón, el hígado, todo.
  ¿Sabes cómo me sentía? ¿Tú gritándome delante de toda esa gente? Nunca me has hablado así. Pienso, "Me va a disparar y tirar mi cadáver en el río". ¡Te tenía miedo!
  - ¡Maldita seas! ¡CáIlate la boca y óyeme!
  - ¿Lo ves? ¿ Ves cómo me tratas? Estoy tratando de hablarte pero tú...
  - ¡No se puede comunicar contigo!
  - ¡Soy tu mujer! ¡Tu mujer! ¿Sabes una cosa? ¡Me heriste! ¿Te imaginas? ¡Casarte con un hombre! ¿Qué te había hecho yo? ¿Te rechacé alguna vez? Ya sé que me he puesto gorda.
  - No digas eso.
  - Te molesta que Io diga. Como a mí me molesta que robes un banco. Así es el amor.
  - Tú sabes de amor, ¿eh? Si sabes tanto de amor, ¿por qué no estás aquí? Háblame del amor, venga.

• - Sonny, ¿quieres salir?
  - Mamá, ¿qué haces? No te necesito aquí.
  - Todo Brooklyn está aquí. Tres emisoras de televisión.
  - Lo tengo bajo control, mamá.
  - Hablé con el hombre del FBI.
  - ¿Quién? No. No hables con nadie. Dice que si sales, no te pasará nada. Intento sacarte de esto.
  - No hables con el FBI.
  - Les dije todo. Les dije que estuviste en Vietnam, Io trabajador que eres. Que estuviste con la campaña Goldwater en la convención del 64.
  - Oyeme. Me voy en un avión a Argelia. Te escribiré desde ahí. ¡He de marcharme!
  - No entiendo.
  - Si me pongo a hablar contigo, no mandarán la limusina. Creerán que voy a salir.
  - ¿Y qué si Io hicieras? No voy contigo. El FBI sabe todo, que no estás en tus cabales. Es la presión de tu vida familiar.
  - No eches la culpa a Angie.
  - ¿Dije una sola palabra en su contra?
  - Ibas a decirlo. No tiene nada que ver con ella. Soy yo.
  - Tu vida era dulzura y rosas. No necesitarías a León si ella te tratara como Dios manda. ¿Y quieres acostarte con ella? ¡Dos hijos viviendo de la asistencia pública! ¿Quieres tener 3?
  - ¡No es el momento de hablar de eso!
  - ¿Qué vas a hacer?
  - No puedo entregarme. Sal está adentro con los demás. Si Io hago, Sal los matará a todos.
  - ¡Corre!
  - ¿Correr? ¿Adónde voy a correr? ¡Mamá, no puedo correr!
  - Quizás...
  - No hay un "quizás". Nada de quizás.
  - ¡Por favor, vuelve a casa!
  - ¿Y papá? No vino, ¿no?
  - No, está enojado contigo. Renegó de ti. Para éI has muerto.
  - Tiene razón. Soy un fracasado y un desecho de la sociedad. Si te me acercas vas a pasarlas moradas.
  - Llévela a casa. Llévela a su casa.
  - ¡Qué guapo eras de bebé!

• En perfecta posesión de mis facultades mentales...
  A mi querida esposa León a quien amo más de Io que ningún hombre ha amado a otro hombre en toda la eternidad le dejo $2,700 de los $10,000 de mi póliza de seguro para gastar en la operación de cambio de sexo. Si queda algún dinero quiero que Io tengas en mi primer en el primer aniversario de mi muerte sobre mi tumba. A mi esposa mi dulce esposa Angela $5,000 de la misma póliza. Tú eres la única mujer a quien he querido y quiero ratificarte mi amor en este triste momento. A la pequeña Kimmy y a Timmy. Espero que te acuerdes de mí, Timmy. Eres el hombrecito de la familia ahora y espero que me la cuides. A mi madre le pido perdón. No comprendes las cosas que decía y hacía. Pero soy yo y soy distinto. Deseo un funeral militar y tengo derecho a tenerlo gratis. Que Dios les bendiga y vele sobre Uds hasta que nos reunamos de nuevo. Firmaré de modo que se lea bien.

• - Rezaré por todos. Sal, porque es su primer viaje en avión. ¡No tenga miedo!
  - No comí nada en todo el día. ¿Hay comida a bordo?
  - Llevan hamburguesas. ¿Listos? ¿Listo para ir?
  - Sí.