Frases de la película RocknRolla
La gente se pregunta ¿Qué es un RocknRolla? Y yo les digo, que no se trata de baterías, drogas y suero en el hospital. Ah no, es mucho más que eso, amigos. A todos nos gusta un poco de la buena vida. A algunos, el dinero. A otros, las drogas. A otros el juego, el dinero, el glamour o la fama. Pero un RocknRolla es diferente. ¿Por qué? Porque un verdadero RocknRolla Quiere todo el pinche paquete.
Londres, amigo mío, se está volviendo la capital financiera y cultural del mundo.
No puedo enseñarle cómo pelar un gato. Pero puedo decirle mucho acerca del dinero en ladrillos y cemento.
Es mi pintura de la suerte ¿le gusta?. Llévesela por un tiempo. Tal vez le traiga suerte.
No hay mejor escuela que la vieja escuela y yo soy el jodido maestro.
No tengo deseos de sonreír. Soy una contadora de treinta años, casada con un abogado homosexual. Yo te protejo y me quedo sin hijos, Bertie. Para un matrimonio de conveniencia, esto es muy inconveniente.
Bienvenidos al Speeler.
Cuando te metes a la cama con Leny, a él le gusta endulzar los tratos. Quiere que estés en primera fila, con un auto nuevo esperándote afuera.
Todo está en los detalles.
No me hubiera dado su pintura favorita si no estuviera hablando en serio.
Si puedes dar una bofetada como esa, tus clientes no te ocultarán nada. Será como abrir una fuente de palabras.
Si la cachetada no funciona, o los matas o les pagas pero guarda el recibo porque no somos de la mafia ¿de acuerdo?
Tanque es un mundo fortificado de información repugnante.
Aquí están un par de grandes para que sueltes algunas lenguas.
La Navidad siempre está a la vuelta de la esquina.
Los adictos, como les diría cualquier adicto, no son de confiar. Ellos toman lo que no les pertenece, no porque lo piensen sino porque son adictos.
Vender abrigos de piel en pleno verano no es nada peculiar en la mente de un adicto promedio.
Dicen que solo hay dos días en los que disfrutas un barco. El día que lo compras y el día que lo vendes.
No quiero a las desnudistas, Uno Dos. Te quiero a ti.
Puedes evaluar la cultura de un hombre cuando tiene un Whistler en la pared.
Nada se le escapa a un viejo Tanque, nada.
Los cangrejos americanos fueron introducidos en los 20. Fueron invitados. Y como la mayoría de los invitados, lo pasan bien y no quieren irse. En los 50 se comieron a todos los cangrejos locales. Los acabaron. Y entonces comenzaron a comerse unos a otros. Eso es lo que pasa con la codicia, Arch, es ciega. Y no sabe cuándo detenerse. Es por eso que estoy aquí, para mantener el orden.
Ese adicto ha tenido más funerales que un sepultero.
Pero Mickey, tú eres el mánager y yo el rockero. Tú tienes el sombrero, ¿por qué no sacas algo de él?.
La droga es tu padre putativo.
Los rockeros así nunca mueren. Ellos solo se marchitan y me hacen sufrir.
Todo está en los ojos. ¡Me cago en los adictos!
¿Tú viste el cadáver? ¿Lo viste todo destrozado con la lengua hasta la barbilla y la verga en la mano colgado de una viga como un verdadero RocknRolla?
Puedo conseguir cualquier número. Trabajo con números ¿no?
Es una terrible visión y un horrible sonido, escuchar a un hombre chupar su alma por el agujero de una pipa, pero es aún peor cuando empieza a morir.
Las calles están vivas con el sonido del dolor.
La belleza es un atractivo llamado hacia la muerte y yo soy adicto al dulce sonido de su sirena.
Lo que empieza dulce, termina dulce. Y lo que empieza amargo, se endulza.
No hay mejor perro que un perro leal.