Frases de la película La joven con el arete de perla
La señora joven estará fuera de la casa por la mañana. Haremos una recorrida. Agua para beber. Saca agua del canal para lavar ropa. De este lado de la ciudad es bastante limpia. Soda cáustica... ollas, calentador... arena y jabón. En la cocina ayudarás a servir y a levantar la mesa. Comprar pescado y carne... cuando la señora joven no quiera hacerlo. Comerás conmigo y los niños. Allí es donde dormirás. Friega ollas y sartenes. La señora joven y el amo duermen y reciben gente aquí. Ya te acostumbrarás. Tienes que limpiar allí. Ahora no. Está pintando.
- Buenos días, señora.
- No hables hasta que te hablen a ti.No cambies nada. Deja todo como está.
No eres la primera en olvidar sus modales frente a sus pinturas.
Dime muchacha... ¿crees que ha terminado? Tres meses. Otros tres antes de quedar satisfecho, sin duda. Ponte a trabajar, muchacha. No te pagan para quedarte boquiabierta todo el día.
Cuídate de la señora joven. Odia los problemas monetarios. Verás cómo se transforma cuando se trata de dinero.
- La última vez que dijiste que estaba listo, lo retuviste seis meses más.
- Pronto estará listo.
- Ay, sí, pronto. ¿Cuándo es pronto? ¿El mes que viene, el año que viene? A ti te da igual, si tus hijos mueren de hambre y tu mujer viste en harapos, mientras lames tu pincel sentado allí arriba.La vieja ha combinado la celebración del nacimiento y la nueva pintura. Es ahorrativa. Dile que no me conformaré con cerveza y bizcochos.
Mira ese vestido. Casi se puede acariciar el satén. Y el vino haciéndole un guiño a la copa. ¿Te imaginas vestida con esas galas? A ella le encantaba. Satén y encaje apretándole sus pequeños y regordetes pechos. La seda marcándole las caderas. Los caballeros observando. Mi Dios, sí que estaba feliz. Creyó que era alguien. Bien vestida como una dama. Verde como el césped. Apenas llevaba unos meses trabajando cuando el amo van Ruijven la trajo para que la pintaran. Le consiguió es delicado vestido rojo. Le hizo tomar vino como si fuera un ganso. No pudo tener el vestido puesto por mucho tiempo. Quedó embarazada antes de que la pintura estuviera seca.
- ¿Ni una sonrisa por todos mis pesares?
- Hoy no.
- Vamos. Lo anotaré en el cuaderno. Griet me debe... una sonrisa.Amigos y vecinos... y nuestro invitado de honor amo van Ruijven, nos hemos reunido esta noche no sólo para celebrar la feliz llegada a este mundo demos gracias a Dios, del pequeño Franciscus, sino para regocijarnos con otro nacimiento, una nueva obra maestra de mi yerno Johannes Vermeer.
- ¿Es amarillo indio?
- Destilado del orín de vacas sagradas alimentadas exclusivamente con hojas de mango. Has cristalizado a mi mujer en pis seco.
- Era el color indicado.
- No has escatimado nada, ¿eh?El color y la perspectiva son verdaderos, la ilusión... perfecta. Todo el talento prodigado en mi querida Emilie.
- Con respecto al estudio, señora. ¿Debo limpiar las ventanas?
- No necesitas consultarme sobre estas cosas.
- Es que... puede cambiar la luz.- ¿Ves esto? Se llama "lente." Los rayos de luz reflejados pasan a través de él... dentro de la caja de manera que podemos verlos aquí.
- ¿Es real?
- Es una imagen. Una pintura hecha de luz.
- ¿La caja le dice qué pintar?
- Ayuda.- Mira las nubes. De qué color son?
- ¿Blancas?
- No... no son blancas.
- Amarillo. Azul... y gris.
- Esos son los colores de las nubes. Ahora entiendes.Esto es... laca rubí. Goma arábiga. Hollejo de vino. Con esto se hace óxido de cobre. Malaquita. Bermellón. Esto... linaza. Negro hueso. Y lo mueles con el mortero, así. Prueba. Haz fuerza desde el hombro. Es así.
Mañana no hace falta que compres pescado. La señora quiere huevos. No soporta el olor cuando está embarazada. Tan pronto. Como si no hubiera suficientes bocas que alimentar. De todas formas... ¿qué se puede hacer, no? Hombres.
- Un conocedor de todo, amo van Ruijven. Pero Ud. debe serle fiel a algo por sobre todo lo demás. El arte. Con seguridad su nombre quedará entre los grandes mecenas. Su gusto exquisito, su sutil comprensión de la alegoría y el comentario...
- No, basta, basta. Ay, mujer Ud. podría venderle leche cortada a las vacas.¿Qué tiene de difícil pintar una muchacha bonita?
Por lo que sé, has sido de gran ayuda para tu amo, hermosa Griet. Moliendo y mezclando, ¿eh? Amo y mucama. Es una canción muy conocida.
Debido a su estado, mi hija no tiene que enterarse de esta otra pintura. Es para su sala privada. Date cuenta que no es ningún tonto. Y que nadie lo tomará por tal, así que no pienses de otro modo. Eres una mosca en su red. Todos lo somos.
Necesito ver tu rostro. El gorro te cubre demasiado. Hay algo de tela en el depósito.
Me dan ganas de subir, un día de estos y sorprenderlo.
- Abre tu boca.
- ¿Señor?
- Abre tu boca. Menos. Humedécete los labios. Otra vez.Mira, Griet. Punto de luz en la sombra del cuello en dirección al ojo.
Ha mirado dentro mío.
¿Ya encontró la composición? ¿Lo conmueves, lo inspiras? ¿El pincel de tu amo ya ha descubierto los secretos de tu corazón?
Madura como una ciruela... todavía sin cosechar.
Nuestra propia vida, sin darle cuentas a nadie.
¿Ahora soy muy estúpida para ver una pintura?
Pinturas por dinero. No significan nada.
¿Es cierto que ella usó mis perlas?
¿Cómo pudiste? ¿Cómo pudiste?
Es obscena.
- ¿Por qué no me pintaste a mí?
- Porque tú no entiendes.
- ¿Y ella sí?MUCHACHA CON ARO DE PERLAS.
JOHANNES VERMEER, CIRCA 1665
SALA REAL DE PINTURAS MAURITSHUIS, LA HAYA