Frases de la película La historia sin fin
- Papá, soñé otra vez, con mamá.
- Lo comprendo, hijo. Pero hay que seguir viviendo, ¿no? Ambos tenemos ciertas responsabilidades. La muerte de mamá no debe ser un pretexto para no hacer nada.- Me llamó tu maestra de matemáticas. Dice que estabas dibujando caballos en el libro de texto.
- Unicornios. Eran unicornios.A tu edad es hora de bajar de las nubes y vivir con los pies sobre la tierra. Basta de andar soñando. Empieza a afrontar tus problemas. ¿Eh?
- La galería de juegos está ahí. Aquí sólo tenemos unas cosas rectangulares. Se llaman libros. Requieren algún esfuerzo, y no hacen ''bip-bip-bip.'' Vete ya.
- Yo sé lo que son libros. Tengo 186 en casa.
- ¡Libros de muñequitos!
- He leído La isla del tesoro, El último de los mohicanos, El Mago de Oz, El señor de los anillos, 20.000 leguas de viaje submarino.- ¿De qué es ese libro?
- Oh, éste es un libro especial.
- ¿Sobre qué?
- Escucha, tus libros son inofensivos. Mientras los lees te hacen sentir un Tarzán o un Robinson Crusoe.
- Pues por eso me gustan.
- Pero después vuelves a ser niño otra vez.
- Pues sí ¿y qué?
- Escucha. ¿Alguna vez sentiste que eras el Capitán Nemo y estabas en el submarino, amenazado por un calamar gigantesco? No temías no poder escaparte?
- Pero es sólo un cuento.
- A eso me refería. Los libros que tú lees son inofensivos.
- ¿Y ése no lo es?
- Olvídalo.
- Pero usted dijo que era...
- Olvídalo. Este libro no es para ti.La historia sin fin.
No se preocupe. Le devolveré su libro.
¡Una sabrosa piedra caliza!
Fue una piedra caliza con una pizca de cuarzo. ¡Exquisita!
- No podemos esperar a un caracol. ¿No podría llevarte yo?
- No te preocupes. Este es un caracol veloz.¡El corazón de Fantasía! ¡No sabía que era tan bella!
¡El palacio de la Emperatriz! Ella es nuestra única esperanza.
La Nada está destruyendo nuestro mundo.
La tribu de los Llanos, cazadores de búfalos purpúreos tiene entre ellos a un gran guerrero. Y sólo él sería capaz de vencer a la Nada y salvarnos. Es nuestra única esperanza. Se llama Atreyu. ¡Atreyu!
La Emperatriz ya había mandado a buscar al gran guerrero. Y cuando él por fin apareció en la terraza de la Torre de Marfil encarnaba ya las esperanzas de toda Fantasía.
- ¡Es un niño! Lo siento pero éste no es el momento ni el lugar para niños. Vete de aquí.
- No deberían haberme mandado a buscar.
- ¿Estás loco? No te enviamos a buscar a ti, sino a Atreyu.
- ¡Yo soy Atreyu!
- ¡No a un niño llamado Atreyu! ¡A Atreyu el Guerrero!
- Yo soy el único Atreyu de la Tribu de los Llanos.No podemos darte ningún consejo excepto éste: tienes que ir solo. No puedes llevar ninguna arma. Va a ser muy peligroso.
La Nada se hace cada día más fuerte.
Atreyu y Artax habían explorado ya las Montañas Plateadas, el Desierto de Esperanzas Frustradas y las Torres de Cristal sin éxito alguno. Por lo tanto, sólo les quedaba un último recurso. Hallar a Morla, el anciano, el ser más sabio de toda Fantasía quien vivía en la Montaña de Concha en algún lugar de las terribles Ciénagas de Tristeza.
Todo el mundo sabía que dejarse vencer por la tristeza era hundirse en la ciénaga.
No es que importe, pero sí.
Después de muchos días y muchas noches sin conocimiento Atreyu abrió los ojos despacio y se encontró en un lugar desconocido. Lo habían bañado y sus heridas habían sido vendadas.
- ¿Tan pronto te vas?
- lba a... Tengo que... Trataba de...
- ¿Escaparte a escondidas?
- Sí. ¡Digo, no!
- Me gustan los niños.
- ¿Como desayuno?
- Nunca. Soy un dragón de la suerte.
- Me llamo Falkor.
-Y yo...
- Atreyu. Y has emprendido una búsqueda.Lo mejor para emprender una búsqueda, es la compañía de un dragón.
Nunca darse por vencido y la buena suerte le seguirá a uno.
- Da gusto volver a tener un amigo.
- Tienes más de uno.- ¡Fuera de aquí, bruja!
- ¡Estás interrumpiendo mi labor científica !
- ¡Tu maldita labor científica! Lo que el muchacho necesita ahora es una de mis pociones.
- ¡Mis consejos científicos le serán mucho más útiles!¡Eso me gusta! ¡El paciente le dice al médico cuándo está bien!
¡Tiene que doler si se ha de curar!
Bebe eso. Bueno, ¿no? Es un caldo de alas de murciélago. Con ojo de salamandra, sesos de lagarto viejo y escamas de una serpiente de mar.
Nadie tan idiota como un viejo idiota.
Hace años que estudio al Oráculo del Sur. Algún día publicaré mi libro: Un siglo de estudios sobre el Oráculo del Sur. Primer tomo: Los Primeros Años.
La armadura no cuenta para nada. Las esfinges perciben el corazón del hombre.
El peor es el siguiente. El pasaje del Espejo Mágico. ¡Atreyu debe afrontar su verdadero ser!
Pero la gente buena descubre que es cruel. ¡Los hombres valientes descubren
que son cobardes!¡Al enfrentarse con su verdadero ser, la mayoría de los hombres huyen gritando!
¡De prisa, Falkor! ¡La Nada está en todas partes!
Fantasía no tiene fronteras.
- ¿No sabes nada de Fantasía? Es el mundo de la fantasía humana. Toda parte de él, toda criatura representa los sueños y las esperanzas de la humanidad. Por lo tanto no tiene límites.
- ¿Entonces por qué se está muriendo?
- Porque la gente ha empezado a perder esperanza y al olvidarse de sus sueños. ¡La Nada se hace cada día más poderosa!- ¿Qué es la Nada?
-Es el vacío que queda. Es como una desesperación que destruye este mundo.Y el que tenga el control tiene el poder.
- ¿Quién eres, de veras?
- Soy el sirviente del poder detrás de la Nada. Fui enviado para matar al único ser capaz de detener a la Nada. Lo perdí en las Ciénagas de Tristeza. Se llamaba Atreyu.¡Si de todas maneras voy a morir, prefiero morir luchando!
- ¡Atreyu, no!
- ¡Bastián! ¿Por qué no haces lo que sueñas con hacer?
- ¡No puedo! ¡Tengo que vivir con los pies sobre la tierra !
- ¡Di mi nombre!
- ¡Bastán por favor! ¡Sálvanos!
- ¡Bueno! ¡Lo haré! ¡Los salvaré! ¡Actuaré según mis sueños!Al comienzo siempre está oscuro.
Fantasía puede aparecer de nuevo de tus sueños y tus deseos.
- ¿Cuántas cosas puedo desear?
- Las que tú quieras. Y cuántas más desees más esplendorosa será Fantasía.
- ¿De verdad?
- Intenta y verás.Bastián deseó muchas otras cosas y tuvo muchas otras increíbles aventuras antes de regresar al mundo ordinario. Pero ésa es otra historia.