Frases de la película John Wick: Otro Día Para Matar
- Me sigo preguntando, "por qué tuvo que ser ella".
- No hay lógica en esta vida.
- A veces nos tocan días tristes como este.John, lamento no poder estar contigo. Pero sigues necesitando algo, alguien, a quien amar. Así que empieza con esto. Porque el auto no cuenta. Te amo, John. Esta enfermedad nos ha aquejado por mucho tiempo y ahora que yo encontré mi paz, tú encuentra la tuya. Hasta ese día... tu mejor amiga, Helen.
- El dueño de ese auto, ¿lo mataste, o qué?
- No. Pero sí que le hice mierda al perro.
- ¿Hiciste mierda a su perro? ¿Lo hiciste? Le hiciste mierda al perro.- Oí que golpeaste a mi hijo.
- Sí, señor, lo hice.
- ¿Y puedo preguntar por qué? Sí, bueno, porque le robó el auto a John Wick, señor. Y, mató a su perro.
- Dios.- No es lo que hiciste, hijo, lo que me enoja tanto. Sino a quién se lo hiciste.
- ¡¿A quién?! ¡¿A un puto don nadie?!
- Ese puto don nadie es John Wick. Alguna vez fue nuestro socio. Lo apodan, "Baba Yaga".
- ¿"El Cuco"?
- Bueno, John no era exactamente "El Cuco". Él era a quien envías si quieres matar al puto Cuco.John es un hombre centrado comprometido pura voluntad. Algo de lo que tú sabes muy poco. Una vez lo vi matar a tres tipos en un bar. Con un lápiz. Con un puto lápiz. De pronto un día, pidió retirarse. Fue por una mujer, claro. Así que hice un trato con él. Le encomendé una tarea imposible. Un trabajo que nadie podría haber realizado. Los cadáveres que enterró ese día sentaron las bases de lo que ahora somos nosotros. Y luego, hijo mío pocos días después de que falleciera su esposa tú le robas el auto y le matas al puto perro.
- ¿Matarías a John Wick por dos millones de dólares? Después de todo, eran allegados.
- ¿El contrato es exclusivo?
- No, está abierto. Es un asunto apurado, debe resolverse rápidamente.
- Considéralo hecho.- ¿Has vuelto al redil?
- Solo una visita.
- ¿Lo has pensado bien? Me refiero a que si lo masticaste concienzudamente.
- Ya te saliste una vez. Si metes de nuevo, tan solo el meñique en este estanque podrías hallar algo que te atrape y te arrastre de nuevo hacia las profundidades.- Y dime, ¿cómo fue la vida en el otro lado?
- Fue buena, Addy. Mucho mejor de lo que me merecía.- Nunca te había visto así.
- ¿Así, cómo?
- Vulnerable.- Nunca supe que la Srta. Perkins saliera de la cama por menos de tres millones.
- Viggo me dará cuatro por romper las normas del hotel.
- Eso no es prudente, te lo aseguro.
- Siempre fuiste una mariquita.- ¿Sabes qué había en esa bóveda? Obras de arte, efectivo, y no por su propio valor sino por las ventajas que me daba sobre esta ciudad grabaciones, pruebas materiales, chantajes...¡Su puto valor era incalculable ¡Incalculable!
- Sí. Como que lo disfruté al destruirlo.- Luego te casaste, ¿no? Te estableciste. ¿Cómo lograste hacer eso?
- Suerte, supongo.
- Sí. Mientras tú tenías a tu esposa, yo tenía a mi hijo. Y créeme, tu arreglo era mucho mejor. Y luego te fuiste. Y la forma en que saliste mintiéndote a ti mismo, creyendo que el pasado no tenía influencia sobre el futuro. Pero en el final muchos de nosotros somos recompensados por nuestras fechorías y fue por eso que Dios, arrebató a tu esposa y te lanzó sobre mí. Esta vida, te persigue. Se aferra a ti infectando a todos los que se te acercan. Estamos maldecidos, tú y yo.
- En eso estamos de acuerdo.
- Finalmente coincidimos en algo.Cuando Helen murió, perdí todo. Hasta que ese perro llegó a mi vida. Un último regalo de mi esposa. En ese momento recibí un vestigio de esperanza. Una oportunidad de hacer mi duelo llevadero. Y tu hijo... ¡Me arrebató eso!
- ¿Cuántas veces debo salvarte el culo?
- Te lo agradezco.Agradezco que le concedieras a mi hijo una muerte rápida.
- Anulaste el contrato.
- Y mientras estuvo en marcha, tuviste todas las oportunidades todas las oportunidades para matar a John Wick. ¡Si tú hubieras hecho tu trabajo mi hijo aún seguiría vivo!- Siempre me caíste bien, Marcus. El último de la vieja guardia. Pero a diferencia de los demás, tú morirás a mi manera.
- No, mi buen señor. Moriré a mi manera. ¿Lo ves?- ¿Qué pasó, John?
- Éramos profesionales. Civilizados.
- ¿Yo te parezco civilizado?