Frases de la película Jane Eyre
Tiene maldad en su corazón y lamentablemente, su peor defecto es el engaño.
Dijo que soy una mentirosa. No lo soy. Si lo fuera, diría que la quiero, y no es así. La desprecio más que nadie en el mundo. La gente cree que es buena, pero es mala y dura de corazón.
Haz que me una a ti con un lazo de amor inseparable tú y sólo tú satisfaces al que te ama. Y sin ti, todo es vano y vacío.
Algo de inteligencia servirá para un hombre afortunado.
Mi padre decía que la vida es muy corta para vivirla sintiendo desprecio.
No estés triste tienes pasión por la vida y un día irás hacia la felicidad.
- Estará un poco sola aquí.
- No le temo a la soledad, es mi primer hogar donde no dependo ni estoy bajo el mando de alguien.Sophie me dijo que hay una mujer que camina por los pasillos de esta casa por la noche nunca la he visto pero la gente dice que tiene el pelo negro como el ébano la piel blanca como la luna y los ojos como zafiros.
Debería haber acción en la vida de una mujer como la hay en la de un hombre me conmociona que el horizonte sea nuestro eterno límite a veces anhelo un poder de visión que me permitiera sobrepasarlo si pudiera contemplar todo lo que imagino...
Nunca he visto una ciudad nunca he hablado con hombres. Y temo que toda mi vida se me pase...
-¿Cuál es su triste historia?
-¿Perdón?
- Todas las institutrices tienen una. ¿Cuál es la suya?
- Me crió mi tía, la Sra. Reed de Gateshead en una casa más bonita aún que ésta. Luego fui a la escuela Lowood donde recibí una excelente educación. No tengo una historia triste, señor.- Pintar es uno de los mayores placeres que conozco.
- Pues ha conocido pocos placeres entonces.- Su mirada es muy directa, Srta. Eyre.
- ¿Me encuentra atractivo?
- No, señor.
- ¿Qué defecto me encuentra? Tengo todas mis extremidades y gestos.
- Perdón, señor.- Debí haber dicho que la belleza carece de importancia. Se sonroja, Srta. Eyre y aunque no es bonita al igual que yo no soy atractivo afirmo que le sienta bien y ahora veo que le fascinan las flores de la alfombra. Vamos, hábleme.
La verdad, Srta. Eyre, es que quiero conocerla. Tiene la apariencia de una persona de otras esferas no quiero tratarla como inferior.
- Pero ¿me obliga a hablar?
- Le ofende el tono en el que mando.
- Pocos amos se molestarían en preguntarle a sus subordinados pagos si sus órdenes los ofenden.
- ¿Subordinados pagos? Olvidé el salario. Ya que hay materialismo de por medio, ¿aceptaría hablar de igual a igual sin pensar que el pedido se basa en la insolencia?
- Nunca confundiría informalidad con insolencia, señor.
- La primera me agrada. La segunda, ningún nacido libre debe sucumbir a ella.Ya que la felicidad me ha sido negada, tengo derecho al placer y lo obtendré a toda costa.
Puedo ver en su mirada la de un ave curiosa a través de los barrotes de una jaula, un ser cautivo vívido e inquieto si se lo liberara, sobrevolaría tan alto como las nubes.
Un hombre no debe prestar atención a su aspecto sólo debe poseer fuerza y valor. Caballero o bandolero su belleza está en su poder.
Esta primavera vine a casa con el alma herida y conocí a un ser amable cuya compañía me ha vuelto a la vida. Con ella, siento que podría volver a vivir de una forma más elevada y pura.
- ¿Qué haría Jane Eyre para asegurar mi felicidad?
- Haría cualquier cosa, señor. Cualquier cosa que fuera correcta.
- Me dejas atónito.He vivido toda una vida aquí. No me han pisoteado ni aterrorizado. No me han excluido de nada que fuera brillante. Lo he conocido, Sr. Rochester y me deja desolada separarme de usted.
- ¿Soy una máquina sin sentimientos?¿Cree que porque soy pobre, obscura, simple e insignificante no tengo alma ni corazón? Tengo tanto corazón y alma como usted y si Dios me hubiera bendecido con belleza y riqueza haría que fuera tan duro para usted dejarme como lo es para mí dejarlo a usted. No le hablo de la carne es mi espíritu el que le habla a su espíritu como si hubiéramos pasado por la tumba y llegado ante Dios, igual... Como somos. Soy un ser humano libre con libre albedrío el cual ahora ejerzo para dejarlo.
- Entonces deja que tu voluntad decida tu destino, te ofrezco mi mano, mi corazón Jane. Te pido que pases el resto de tu vida a mi lado, eres mi igual y mi similar. ¿Te casarías conmigo?Jane, no hay lágrimas? ¿Por qué no lloras? ¿Por qué no me gritas? Merezco el infierno.
-Mi corazón está mudo.
- Entonces hablaré por él.