Frases de la película Guten Tag, Ramón
No pareces turista... ¿Qué demonios haces aquí?
¡Oiga, usted! ¿Por qué le pega al muchacho? ¡Todos pueden pedir limosna aquí! Vergüenza le debería dar.
Hoy mi espalda está peor que nunca. Si no me doliera... no te pediría ayuda otra vez. Aunque esto no es un contrato. Tú me ayudas... y yo te ayudo.
Cincuenta centavos. Se puede ir.
Esta chaqueta es de mujer pero es mejor que nada.
- A mi invitado de México le gusta su música.
- Buen día, señora Grothe.
- Cómo no le va a gustar si es música mexicana.Buenos días, señor Ramón.
Ramón propone algo muy bueno para que esto no vuelva a suceder. Me indigna que no nos hayamos percatado de la muerte de Schneider. Ramón lo descubrió.
Todos estamos en la misma situación. Somos pensionados, vivimos solos... Y no nos fijamos en nuestros vecinos. De no ser por Ramón yo no me hubiera fijado en tu música, Karl.
Eso no era problema de soledad... Era un problema de antipatía hacia él. Y si no había escuchado mi música
es porque normalmente la escucho con audífonos, para no molestar.
A mi no me importaría compartir periódico porque me da pánico pensar que me pueda pasar lo mismo que a Schneider...A ver chiquitín... Si te tiene que traer tu abuelita aquí te vamos a mimar.
¿De qué sirve si ya no estamos sanos nos mantengan años con medicinas y cuidados? Eso no es vida.
La guerra les quitó el habla a los que la recuerdan.
Siempre he sido una persona muy solitaria. Nunca me casé. Pero sí tuve un prometido y me hubiera casado con él. Pero un día descubrí que su padre había sido un oficial Nazi de las Escuadras de Defensa. Mi prometido no tenía culpa alguna, era un niño cuando la guerra y su padre ya había fallecido. Pero no pude. No me presenté a la boda. Tal vez no.... No lo amaba lo suficiente.
- Sabe usted... el joven Ramón...
- ¿El mexicano?
- Ese. ¿Lo ha visto últimamente?
- Hace algunos días. Vino y compró agua y unos chiles. Y hasta practicamos un poco su alemán. Pero no lo he vuelto a ver. Ya es mucho tiempo.
- Deberíamos llamar a la policía.
- ¿Y luego...? ¿Preguntarles si han visto a un bailarín de merengue mexicano que no tiene papeles?- ¿Cuánto es lo máximo que se puede mandar?
- Sin pagar impuestos, mil euros. Bueno, 999 euros.
- ¿Y si quiere uno mandar más?
- Hay que hacer una declaración aduanal y pagar impuestos.
- Una pregunta, señor Neumann... Cuando no pueda valerme por mí misma... y tenga que ir a un asilo de ancianos... mi pensión lo cubre sin problema, ¿verdad?
- Así es. Su pensión es suficiente.