Frases de la película El Legado del Diablo (Hereditary)
Me da ánimos ver tantas caras nuevas por aquí hoy. Sé que mi madre se sentiría muy conmovida y probablemente algo suspicaz al ver esta concurrencia, así que... Mi madre era una mujer muy reservada. Tenía rituales privados, amigos privados, ansiedades privadas. Honestamente, siento como una traición estar aquí hablando de ella. Era una mujer muy difícil de interpretar. Si alguna vez creías saber qué le pasaba que Dios te ayudara si pensabas confrontarla. Cuando su vida era pura podía ser muy dulce y cálida. La persona más cariñosa del mundo. También era increíblemente terca, lo que quizás me justifique a mí. Ella siempre tenía las respuestas. Y si alguna vez se equivocaba esa era solo tu opinión. Y tú estabas equivocado.
- Se siente raro.
- Sí.
- ¿Debería estar más triste?
- Deberías estar como estés. Ya te llegará.- Sabes que eras su favorita, ¿no? Cuando eras un bebé no me dejaba alimentarte. Quería hacerlo ella. Me volvía loca.
- Ella quería que yo fuera un niño.
- Mira, de niña yo era un marimacho. Odiaba los vestidos las muñecas y el rosa.
- ¿Quién me va a cuidar?
- Perdón, ¿y no crees que estoy aquí para cuidarte?
- Pero cuando mueras.
- Bueno... Papá te cuidará. O Peter. Nunca llorabas cuando eras bebé. ¿Lo sabías? Incluso al nacer. ¿Sentiste ganas de llorar hoy? ¿Crees que eso te aliviaría? Buenas noches, cariño.MI DULCE Y HERMOSA ANNIE: PERDÓNAME POR TODO LO QUE NO PUDE DECIRTE. POR FAVOR, NO ME ODIES E INTENTA NO DESESPERARTE POR TUS PÉRDIDAS. AL FINAL, VERÁS QUE VALE LA PENA. NUESTRO SACRIFICIO PALIDECERÁ ANTE LA RECOMPENSA. AMOR, MAMÁ.
- ¿Quieres opinar, Peter? ¿Sobre qué parte?
- Creo que es más trágico, porque si todo es inevitable los personajes no tienen esperanza. Nunca tuvieron esperanza porque están desesperados. Son como peones en esta horrible y desgraciada máquina.- Me llamo Annie.
- Hola, Annie.
- Mi madre murió hace una semana. Así que estoy aquí para intentarlo. Siento mucha resistencia hacia estas cosas pero vine a uno de estos grupos hace un par de años. Me vi obligada a venir y supongo que... Supongo que ayudó. Así que... Mi madre era vieja y ni siquiera estaba consciente al final. Y ya estábamos bastante alejadas antes, así que no fue un gran golpe. Pero yo la quería. Y no tuvo una vida fácil. Su trastorno de personalidad se volvió extremo al final. Además, tenía demencia. Mi padre murió cuando yo era bebé de inanición, porque tenía depresión psicótica. Murió de hambre, y debe haber sido tan bonito como suena. Y mi hermano... Mi hermano mayor era esquizofrénico. A los 16 años se ahorcó en la habitación de mi madre y su nota de suicidio la acusaba de poner gente dentro de él. Así que... Así era la vida de mi madre. Ella estuvo en mi casa al final, antes del hospital. No nos hablábamos desde antes. Es decir, hablábamos y luego no. Y luego sí. Es muy manipuladora. Luego, mi marido impuso una regla de no contacto que duró hasta que me embaracé de mi hija. No la dejé acercarse a mi primer hijo pero le di a mi hija, y ella la lastimó con agujas. Y yo... Me sentí culpable otra vez. Cuando se enfermó, tampoco era realmente mi madre al final y ella nunca se sentía culpable por nada tampoco. Es solo que... ya no quiero abrumar más a mi familia. Ni siquiera sé si pueden... Si pueden darme ese apoyo. Y yo solo... A veces creo que todo se arruinó. Y entonces me doy cuenta de que la culpa es mía. O aunque no sea mi culpa me culpan a mí. A mí...
- ¿Y de qué crees que te culpan?
- No sé.- ¿No beberás alcohol?
- No tenemos edad para beber aunque quisiéramos.
- Eso es una tontería. Pregunto si tú beberás.
- Acabo de responder que no.¡Por Dios! ¡Dios mío! No... No puedo... ¡Solo quiero morir! ¡No! Por Dios... Dios... ¡Esto duele demasiado! ¡Me quiero morir!
Primero te llega el olor de algo malo. Y luego el cuerpo. Cubierto de sangre negra como alquitrán. Y su cabeza no estaba allí, así que no pude ver su cara.
Pero se había ido. Y sus manos y sus pequeñas uñas.- ¿Cómo es la relación con tu hijo?
- ¿Con Peter?
- Dios... Mira, soy sonámbula. No me pasa hace años, pero... Hace un par de años, me desperté y estaba parada junto a Peter en la cama de Charlie cuando ellos compartían un cuarto. Y ellos estaban cubiertos de disolvente de pintura. Y yo también. De pies a cabeza. Yo estaba de pie con una caja de fósforos y una lata vacía de disolvente de pintura. Me desperté frotando el fósforo y eso también despertó a Peter, que empezó a gritar. Y de inmediato apagué el fósforo. De inmediato. Yo estaba tan sorprendida como él. Y fue imposible convencerlos de que solo era sonambulismo.- ¿Mirarte con desdén? Nunca lo hago.
- Cariño, igual no hace falta.
- Entonces di lo que quieras decir.
- Peter. No quiero decir nada.
- He intentado decir cosas.
- Inténtalo de nuevo. Libérate.
- Libérate tú, mejor dicho.
- De acuerdo, liberarme yo.
- ¡Solo dilo, carajo!
- ¡No me grites, desgraciado! ¡Nunca me levantes la voz! ¡Soy tu madre! ¿Entiendes? Todo lo que hago es preocuparme, trabajar como esclava y defenderte. Y lo único que recibo es esa cara de mierda. Tan lleno de desdén y resentimiento y siempre tan molesto. Ahora tu hermana está muerta. Sé que la extrañas y que fue un accidente, y sé que sufres. Y ojalá pudiera aliviarte. Quisiera protegerte del recuerdo de que hiciste lo que hiciste ¡pero tu hermana está muerta! ¡Se ha ido para siempre! Y qué desperdicio. Si esto nos hubiera acercado al menos. Si hubieras dicho: "Lo siento". O si enfrentaras lo que pasó. Quizás podríamos mejorar esto un poco. ¡Pero no puedes hacerte responsable de nada! Así que ahora yo no puedo aceptarlo. Y no puedo perdonar porque... ¡Porque nadie admite nada de lo que han hecho!
- ¿Qué hay de ti, mamá? Ella no quería ir a la fiesta. Entonces, ¿por qué fue?- Algo pasó, Annie. Y me siento completamente cambiada.
- ¿Qué pasó?
- Ni siquiera sé si debería decirlo.
- ¿Qué quieres decir?
- ¡Vas a pensar que estoy loca!
- No, en absoluto.
- Bueno. Muy bien, vamos. Conocí a una médium espiritual. Estaban haciendo una sesión de espiritismo. Sé lo que estás pensando, pero me pidieron que fuera. Había escépticos y científicos. Así que fui, con todo mi escepticismo. Y lo que experimenté allí, Annie, fue realmente...
- Una sesión de espiritismo...
- Trajeron el espíritu de un hombre del siglo XIX. Y no fue de una forma engañosa. No. El hombre sentado a mi lado era un neurólogo totalmente escéptico y quedó definitivamente cambiado para el final de la sesión. Sé bien lo que estás pensando. Lo sé. Pero yo... Me acerqué a la médium después y le pregunté sobre mi hijo y mi nieto. Y ella vino a mi departamento y... Terminó haciendo... Bueno... Ella conjuró a mi nieto. No... Yo sé qué significa esa sonrisa. Lo sé. Annie... Yo tampoco lo creería, no lo creía. Pero oí su voz. Sentí su presencia en la habitación. Annie, esto es real.- Mamá, ¿qué haces? ¿Qué pasa? Estás sonámbula.
- Lo siento. ¿Charlie está aquí?
- ¿Por qué me tienes miedo?
- ¿Qué? Nunca quise ser tu madre.
- ¿Por qué?
- Tenía miedo. No me sentía como una madre. Pero ella me presionó.
- ¿Y por qué me tuviste?
- No fue mi culpa. Intenté evitarlo.
- ¿Cómo?
- Traté de abortar.
- ¿Cómo?
- Como pude. Hice todo lo prohibido, pero no sirvió. Me alegra que no sirviera.
- Intentaste matarme.
- ¡No, yo te quiero!
- ¡Intentaste matarme!
- ¡Te quiero!
- ¿Por qué intentaste matarme?
- ¡No, traté de salvarte!
- ¿Por qué intentaste matarme?- ¿No sientes eso?
- ¿Sentir qué?
- ¿No sientes que el aire se mueve?Peter, escúchame. No sé qué pasa ni qué viste pero voy a parar esto. No le digas a papá lo que acabas de decirme, ¿sí? Porque no es cierto. Algo sucede y solo yo puedo detenerlo. ¿Entiendes? Soy la única que puede resolver esto.
- Steve, en el piso de arriba... En el desván... Cuando te fuiste, subí y... Yo... De veras necesito que subas y veas lo que vi. Hay un cuerpo. Creo que es mi madre, pero no lo sé porque su piel está negra y está muy distendida y no tiene cabeza. ¿Lo harás? Necesito que vayas a ver. Por favor, Steve. Y pasan más cosas.
- ¿Más que el cuerpo decapitado de tu madre? Claro que sí. ¡Por Dios!
- Y hay más aún.
- ¿Qué carajo es eso? ¿Por qué no llamaste a la policía?
- La policía no puede ayudarnos.
- ¿Quién mierda es?
- ¿Recuerdas a Joan, mi amiga cuyo nieto murió? Fui a su casa.
- Se parece a tu madre.
- Ella me enseñó a hacer espiritismo. Yo no quería, pero ella trajo a su nieto de vuelta. Lo sentí, como tú a Charlie. Ahora, mira. Este es el álbum de mi madre. Mira esto. Esta es Joan. No me dijo que conocía a mi madre y yo jamás la había visto. Pero ella se me acercó, me consoló. Me habló de espiritismo y me lo mostró. Y mira el collar que me dio mi madre. Es su collar, ¿sí? Las dos tienen uno igual en cada foto. Y mira este diseño. ¿Lo viste arriba? Esto estaba pintado sobre el cuerpo, ¿no? ¡Con sangre!
- Tú excavaste la tumba. Fuiste tú, ¿no?
- ¿Qué?
- Esas noches que fingías ir al cine.
- ¡No me escuchas!
- Y llamaron del cementerio y dije: "No se lo diré para no preocuparla".
- ¡Maldita sea! ¡Escúchame, Steve! Sé que no confías en mí y no puedo cambiar eso. Pero nos cayó una maldición al invocar a Charlie. Hicimos algún pacto. Hay algo en la casa. No sé qué es, pero acosa a Peter. Vi a estas hojas llenarse. ¡Todos estos son Peter! Lo siento, Steve. No sé qué hice. No sé qué hice, pero Peter está en peligro... Y yo lo inicié. Si destruimos este libro también acabará conmigo. Quise quemarlo, pero mi brazo se incendió como si estuviera ligado a mí. Ahora lo entiendo. ¡Por favor! Si no destruimos este libro... Peter... Por Dios, ¿entiendes? Debemos hacerlo. Por favor. Por Peter.
Necesito que confíes en mí, Steve. Debo ser yo. Es mi culpa. Es por mi culpa. Sé que es mi culpa. Por favor. Por favor, necesito que tú lo tires al fuego. Por favor, yo no puedo hacerlo. Estoy muy asustada. Pero si no lo hacemos... Si no lo hacemos algo le pasará a Peter, a nuestro hijo. Yo sé que es así.
Por favor... Steve, por favor. Entiéndelo, cariño. Por favor, tíralo al fuego. Cariño, por favor. Por favor, tómalo. Tienes que hacerlo. Muy bien. Gracias...
Bien, tómalo. Muy bien. Ahora escúchame. Eres el amor de mi vida. Te amo, Steve. Te amo tanto. Dios, te amo tanto. Y quiero mucho a Peter. Ahora, por favor... Por favor, tíralo.
- No te seguiré más el juego.
- ¿Qué? ¡No!
- No, esto no te ayuda en nada. Estás enferma, Annie.Tú eres Paimon. Uno de los ocho reyes del infierno. Hemos mirado hacia el noroeste y te hemos llamado. Hemos corregido tu primer cuerpo femenino y ahora te damos este huésped masculino sano. Rechazamos a la Trinidad y te rezamos devotamente a ti, gran Paimon. Danos tu sabiduría de todas las cosas secretas. Tráenos honor, riqueza, y buenos compañeros. Liga todos los hombres a nuestra voluntad como nosotros mismos nos hemos ligado desde siempre a la tuya. ¡Salve, Paimon!