Frases de la película El Laberinto
Sólo es para siempre. Es poco tiempo. Perdida y sola. Nadie te puede culpar por marcharte. Demasiados rechazos. Ninguna inyección de amor. La vida puede ser tan fácil. Pero no siempre las cosas salen bien. No me digas que la verdad duele, muchachita, porque duele horrores, pero bajo tierra encontrarás a alguien sincero. Bajo tierra verás un mundo sereno. Una luna cristalina. Sólo es para siempre. Es poco tiempo. Perdida y sola. Así es estar bajo tierra. Bajo tierra. Dadme a la criatura. Atravesando peligros indescriptibles y un sinfín de dificultades... he luchado por llegar hasta el castillo, más allá de la ciudad de los duendes, para recuperar a la criatura que me habéis robado. Pues mi voluntad es tan fuerte como la vuestra y mi reino tan grande. Mi voluntad es tan tuerte como la vuestra y mi reino tan grande... Maldita sea. Nunca me acuerdo de esa frase.
Laberinto.
¡Que alguien me ayude, sáquenme de este lugar tan horrible!
¡Rey de los duendes, rey de los duendes, dondequiera que esté... llévese a esta criatura lejos de mí!
Ojalá supiera lo que tengo que decir para que los duendes vengan por ti.
Ojalá vinieran los duendes por ti. Ahora mismo.
- ¿Qué es?
- Es una bola de cristal.
- Sólo eso. Pero si la giras así y miras adentro de ella, te enseñará tus sueños. Pero no es un regalo para una chica cualquiera que cuida a un bebé llorón.- ¿Qué esperas que hagan las hadas?
- Creí que hacían cosas lindas, como conceder deseos.- Es inútil preguntarle lo que sea.
- No si haces las preguntas correctas.
- ¿Cómo entro en el laberinto?
- Eso está mejor.- Ambas direcciones se ven igual.
- Pues no llegarás muy lejos.
- ¿En qué dirección iría usted?
- ¿Yo? No iría en ninguna dirección.
- Si así es como me va a ayudar, puede marcharse.¿Sabes cuál es tu problema? Das muchas cosas por sentadas. Este laberinto, por ejemplo. Aunque consigas llegar al centro, jamás saldrás de él.
- ¿No sabrías por casualidad el camino por este laberinto?
- ¿Quién? ¿Yo? No, sólo soy un gusano.No te estás fijando bien. Está lleno de aperturas, pero no las ves.
Las cosas no son siempre lo que parecen en este lugar. Así que no puedes dar nada por sentado.
- No puedes preguntárnoslo a los dos. Sólo a uno de nosotros. Son las reglas y debo advertirte de que uno de nosotros siempre dice la verdad y el otro siempre miente. Eso también es una regla. Él siempre miente.
- No es cierto, digo la verdad.
- Qué mentira. Él es el mentiroso.Supongo que habrás notado que no hay puertas. Sólo el agujero. Esto es una mazmorra. El laberinto está lleno de ellas.
- Ni sabes lo que es una mazmorra.
- ¿Y tú?
- Sí, es un lugar donde encierras a las personas para olvidarte de ellas.Una chica linda y joven en una mazmorra negra y horrible.
- Si pensara por un momento que me estás traicionando me vería obligado a suspenderte boca abajo en la Ciénaga Pestífera.
- ¡No, majestad! ¡No la Ciénaga Pestífera!No intentes insultarme. No tengo orgullo.
-¿Por qué dijiste eso de que era tu amigo?
- Porque lo eres. No serás un gran amigo, pero eres el único que tengo aquí.- ¿Una bestia grande como tú tiene miedo?
- Sí.Cuando tengas problemas. Diviértete, diviértete.
Nunca he olido nada parecido. Huele como, no importa a qué huele. ¡Es la Ciénaga Pestífera!
Vivo por mi sentido del olfato.
¡El aire es dulce y aromático y nadie puede pasar sin permiso mío!
- Te necesito, Hoggle.
- ¿De veras?
- No sé por qué pero de vez en cuando por ninguna razón en particular, te necesito. Los necesito a todos.