Frases de la película El ángel exterminador
- La patria es un conjunto de ríos que van a dar en el mar.
- Que es el morir.
- Sí, morir por la patria.Cuestión de minutos.
A estas horas hasta el color de los labios se desvanece.
Observen lo satisfecho que sigue vivo el viejo espíritu de la improvisación.
Estas ropas tan rígidas son para las estatuas, no para los hombres sobre todo a las cinco de la mañana.
La vida es divertida.
Me siento confuso. ¿Qué sucede aquí? No sé cómo hemos podido llegar a esto, pero todo tiene sus límites.
Yo creo que la gente del pueblo, la gente baja, es menos sensible al dolor, ¿Usted ha visto un toro herido alguna vez? Impasible.
Se ve que al doctor le gusta jugar al Sherlock Holmes.
Esa extraña resistencia del mayordomo para cumplir las órdenes que le han dado, confirma mis observaciones, desde anoche ni uno solo de nosotros aunque lo haya intentado ha podido salir de esta habitación.
- Al levantar la tapa he visto un gran precipicio y al fondo las aguas claras de un torrente.
- Sí y antes de sentarme un águila cruzó unos metros delante de mí.
- Y a mi el viento me lanzó un gran remolino de hojas secas sobre la cara.
- Tengo frío.Al morir debíamos enamorarnos.
- Más fácil que instalar altavoces es entrar en la casa ya que nadie nos lo impide y nadie ha entrado todavía.
- Absolutamente cierto. Ayer enviamos una brigada de rescatadores a primera hora de la tarde con el equipo completo. A las nueve de la noche habían regresado al cuartel sin que un solo hombre hubiera entrado en la casa.
- Pero, ¿Intentaron entrar mi comandante?
- No, eso es lo grave del caso.Mis manos parecen ramas secas.
- ¿Qué come usted?
- Papel señorita, no es muy apetitoso, pero sirve para engañar el hambre.
- ¿Y no le da asco?
- El sabor del papel no es desagradable señorita Beatriz. Mis amiguitos y yo lo comíamos cuando éramos pequeños, tal vez porque nos aburríamos en clase. Yo estudié con los Jesuitas, buena gente. Nos aburríamos como hacen la mayoría de los niños. El papel es bueno, dicen que lo hacen con las joyas y la corteza tierna de los árboles, así es que no puede hacer daño.Es preferible la muerte a este ambiente tan descuidado.
Es tan extraordinario. ¿Cuánto tiempo llevamos aquí? No lo sé, he perdido la cuenta, pero imagínense los cambios de lugar de cada uno de nosotros durante esta horrible eternidad. Piensen las mil combinaciones de piezas de ajedrez que hemos sido, incluso los muebles, los hemos cambiado de sitio cien veces y... Pues bien en este momento nos encontramos todos, personas y muebles en la posición y lugar exactos en la que nos encontrábamos aquella noche. ¿O es otra alucinación? Dígamelo Álvaro, díganmelo todos.