Frases de la película Cincuenta sombras de Grey
El Sr. Grey la puede recibir ahora.
- Los negocios tienen que ver con la gente. Siempre he sabido analizar a la gente. Qué la motiva, qué le sirve de incentivo qué la inspira.
- Quizá solo tiene suerte.- ¿Es un maniático del control?
- Ejerzo control en todo, Srta. Steele.- ¿Solo estaba pensando si quizá su corazón puede ser más grande de lo que aparenta ser?
- Hay gente que dice que no tengo nada de corazón.
- ¿Por qué dicen eso?
- Porque me conocen bien.- ¿Es usted gay? Está escrito aquí, yo solo...
- No, Anastasia. No soy gay.- ¿Por qué no me pregunta algo que usted quiera saber?
- Antes dijo que había gente que lo conocía bien. ¿Por qué siento que no es verdad?- Dígame, ¿fue Charlotte Brontë, Jane Austen o Thomas Hardy quien la hizo enamorarse de la literatura?
- Hardy.
- Hubiera dicho que Jane Austen.- Cuerda, cinta, bridas de cable. Es el asesino múltiple completo.
- Hoy, no.
- ¿Algo más?
- ¿Qué me recomiendas?
- ¿Para el que arregla todo solo?
- Quizá un mono, para proteger su ropa.
- O me la podría quitar toda.- Perdóname, no puedo.
- ¿Qué?
- Te acompaño afuera.
- ¿Tiene novia? ¿Es eso?
- Yo no tengo novias.
- ¿Qué significa eso?
- ¡Cuidado! No soy el hombre para ti. Mantente alejada de mí. Tengo que dejar que te vayas.
- Adiós, Sr. Grey."¿Por qué no me dijiste que había peligro? ¿Por qué no me lo advertiste? Las damas saben de qué cuidarse porque leen novelas que les dicen esos trucos".
- ¿Tú me acostaste? ¿Me desvestiste?
- No tuve más remedio.
- ¿Dónde dormiste? Dios mío. ¿No habremos...?
- La necrofilia no es lo mío.
- ¿Entonces solo dormimos?
- También fue una novedad para mí.- ¿Por qué estoy aquí, Christian?
- Estás aquí porque no puedo dejarte en paz.
- No me dejes en paz.- No soy un hombre romántico. Mis gustos son muy singulares. Tú no lo puedes entender.
- Explícamelo, entonces.- ¿Qué es esto?
- Un acuerdo de confidencialidad.
- Significa que no puedes hablar de nosotros con nadie. Mi abogado insiste en tenerlo.
- Yo jamás hablaría de nosotros con nadie.- ¿Ahora vas a hacerme el amor?
- Dos cosas. Primero, yo no hago el amor. Yo cojo. Duro.- ¿Eres un sádico?
- Soy un Amo.
- ¿Qué significa eso?
- Que quiero que te me rindas voluntariamente.
- ¿Por qué habría de hacer eso?
- Para complacerme.
- ¿Para complacerte? ¿Cómo?
- Tengo reglas. Si las obedeces, te premiaré. Si no, te castigaré.- ¿Cómo puedo saber qué estoy dispuesta a probar?
- Bueno, cuando has tenido sexo ¿hubo algo que no te gustó hacer? Tenemos que decirnos la verdad si esto va a funcionar.
- No sé.
- ¿Qué quieres decir?
- Porque nunca he--
- ¿Todavía eres virgen? Te acabo de enseñar--
- Ya lo sé. Solamente...
- Has hecho otras cosas, ¿no?
- No.
- ¿Dónde has estado?
- Esperando.
- Los hombres deben de echársete encima.
-Nunca uno que yo haya deseado.Cuando cedí el control, me sentí libre. De la responsabilidad, de tomar decisiones. Me sentí seguro. Tú sentirás lo mismo, ya verás.
- Me gustaría tirármela hasta la mitad de la semana entrante.
- No está peleando limpio.
- Nunca he peleado limpio.- ¿Se quiere ir?
- Sí.
- Pero su cuerpo me está diciendo otra cosa. Sus piernas, por ejemplo. Cómo aprieta los muslos debajo de la mesa. Y el cambio en su respiración. Y en su cutis.
- ¿Mi cutis?
- Está sonrojada.
- Puede ser el vino.
- Es la adrenalina.
- Digamos que me quedara. ¿Qué pasaría?
- Primero le quitaría ese vestidito.
- Sí.
- Y me complacería descubrir que está desnuda debajo.
- ¿De verdad?
- Luego la doblaría.
- ¿Aquí?
- Sí.
- ¿Sobre esta mesa?
- Sí.
-Gracias por la cita, Sr. Grey.- ¿Cuándo me ibas a decir de Georgia?
- ¿Qué? No tienes derecho a enojarte.
- Sí, pero estoy enojado. Me arden las palmas. Eres mía. Toda mía, ¿entiendes?
- Christian, me confundes mucho.- ¿Por qué te importa tanto el contrato? ¿No te gusto como soy?
- Claro que sí.
- ¿Entonces por qué me quieres cambiar?
- No te quiero cambiar. Necesito más. Quiero más.
- ¿Corazoncitos y flores?
- No sé nada de eso. Ana, por favor. Tú me estás cambiando.
- Déjame tocarte. Déjame.- ¿Por qué me quieres castigar?
- Ana...
- ¿Por qué me quieres lastimar?
- Jamás te haría nada que no pudieras aguantar.
- ¿Por qué me quieres hacer algo en primer lugar?
- Si te dijera, jamás me volverías a ver igual.
- Entonces hay una razón. Dime. ¿Me quieres castigar ahora?
- Sí. Te quiero castigar ahora mismo.
- ¿Y si te dijera que para mí lo de los castigos es como para ti el que te toque? ¿Igual querrías castigarme entonces?
- No. Pero aun así, necesitaría hacerlo.
- ¿Por qué?
- Ana, para.
- ¿Por qué lo necesitas?
- ¡Porque así soy! Porque tengo 50 sombras de locura.- Por favor, no me odies.
- Nunca me volverás a hacer eso.
- No soy lo que quieres.
- No, tú eres todo lo que quiero.
- Me enamoré de ti.
- No. No, no me puedes amar.