Frases de la película American Psycho
- No soporto este sitio. Es un restaurante para mujeres.
- ¿Por qué no Dorsia?
- Porque Bateman no quiso mamársela al maître.No tienen un buen baño para drogarse.
Eres una perra asquerosa. Quiero apuñalarte hasta la muerte y juguetear con tu sangre.
Me llamo Patrick Bateman. Tengo 27 años. Me gusta cuidarme sigo una dieta equilibrada y un programa de ejercicios riguroso. Por la mañana, si tengo la cara un poco hinchada me pongo una máscara relajante mientras hago flexiones. Ahora llego hasta mil. Cuando me la quito, me pongo una loción para limpiar los poros. En la ducha, me aplico un gel purificador al agua y luego un limpiador corporal de miel y almendras. En la cara, un gel exfoliante. A continuación, una mascarilla facial a la menta. Me la dejo diez minutos mientras sigo con mi rutina. Siempre uso una loción para después del afeitado con poco o nada de alcohol porque el alcohol reseca la piel y te hace parecer mayor después, un fluido hidratante un bálsamo contorno de ojos anti arrugas y para terminar, una loción protectora hidratante.
Hay una idea de un tal Patrick Bateman una especie de abstracción, pero no es mi yo real sólo una entidad, algo ilusorio. Y aunque puedo ocultar mi fría mirada y puedes darme la mano y sentir el contacto de la carne y quizá incluso llegues a creer que llevamos estilos de vida parecidos simplemente, no estoy ahí.
Estoy escuchando el nuevo disco de Robert Palmer pero Evelyn, mi supuesta novia, no para de hablarme.
Estoy casi seguro de que Timothy Bryce y Evelyn tienen una aventura. Timothy es la única persona interesante que conozco. Me importa muy poco que Evelyn sepa que estoy teniendo una aventura con Courtney Rawlinson, su mejor amiga. Courtney tiene un físico casi perfecto. Normalmente toma uno o más fármacos psiquiátricos. Esta noche, creo que ha tomado Xanax. No obstante, más alarmante que su drogadicción es el hecho de que esté comprometida con Luis Carruthers, el más estúpido de la empresa.
- Por favor, Bryce. Hay problemas más importantes que Sri Lanka por los que preocuparse.
- ¿Como cuál?
- Primero, hay que acabar con el apartheid. Y reducir la carrera armamentista nuclear. Acabar con el terrorismo y el hambre en el mundo.
Tenemos que proporcionar comida y abrigo a los indigentes. Oponernos a la discriminación racial y fomentar los derechos civiles así como defender la igualdad de derechos de las mujeres. Debemos alentar el retorno a los valores morales tradicionales. Y sobre todo, debemos fomentar la preocupación social general. Y que los jóvenes no sean tan materialistas.
- Patrick, eso da mucho que pensar.- Calabacita, estás saliendo con un imbécil. Nena, estás saliendo con el idiota más grande de Nueva York. Calabacita, estás saliendo con un completo idiota.
- Patrick, deja de llamarme "calabacita", ¿de acuerdo?- Deberías tomar más litio o Coca-Cola light. Un poco de cafeína podría sacarte de esta depresión.
- Quiero un hijo. Dos hijos perfectos.Allen me ha confundido con ese idiota de Marcus Halberstram. Parece lógico porque Marcus también trabaja en P&P y hace exactamente lo mismo que yo. También le gustan los trajes de Valentino y las gafas de Oliver People. Incluso vamos al mismo peluquero, aunque mi corte es ligeramente mejor.
¿Cómo un idiota como tú puede tener tanto gusto?
- Por favor, dígame qué debo hacer. Tiene que ayudarme. Tengo frío. Tengo hambre.
- ¿Sabes lo mal que hueles? Apestas a mierda. ¿Lo sabes?
- Lo siento. Es que no sé.
- No tengo nada en común contigo.Tengo todos los rasgos de un ser humano. Carne, sangre, piel, pelo. Pero ni una sola emoción clara e identificable excepto la avaricia y la repugnancia. Algo terrible está ocurriendo en mi interior. Y no sé por qué. Mi deseo de sangre nocturno se ha desbordado durante el día.
Me siento mortífero, al límite del frenesí. Creo que mi máscara de cordura está a punto de caer.- ¿Esa no es Ivana Trump?
- Cielos, Patrick. Quiero decir, Marcus. ¿En qué estás pensando?
- ¿Por qué iba a estar Ivana en Texarkana?- Oye, Halberstram
- ¿Sí, Allen?
- ¿Por qué hay hojas de periódico por todas partes? ¿Tienes perro? ¿Un chow-chow o algo así?
- No, Allen.
- ¿Llevas puesto un impermeable?
- Sí.¡Oye, Paul! ¡Intenta conseguir una mesa en Dorsia ahora, maldito hijo de puta!
Hay un momento de puro pánico cuando veo que el piso de Paul tiene vistas a Central Park. Y es, evidentemente, más caro que el mío.
Me tranquilizo y entro en el dormitorio donde encuentro su maleta y empiezo a prepararla. Paul tiene que irse de viaje. ¿Adónde envío a ese maldito? ¿A Dallas? ¿A París? ¿A Singapur? ¿A Londres? Enviaré a ese idiota a Londres.-¿Qué puede decirme de Paul Allen?
- Ni idea.
- Formaba parte de la cosa de Yale.
- ¿La cosa de Yale?
- Sí. La cosa de Yale.
- ¿A qué se refiere?
- Por lo pronto, creo que era un homosexual que no había salido del armario y que se metía mucha cocaína. Esa es la cosa de Yale.Un día, una persona está ahí, va al trabajo está viva y de pronto, nada. La gente desaparece. Se abre la tierra y se la traga. Es inquietante. Y misterioso.
Una mujer con una gran personalidad debe tener un buen cuerpo satisfacer cualquier deseo sexual sin ser demasiado asquerosa y mantener la maldita boca cerrada. Las únicas chicas con gran personalidad, listas, divertidas, medio inteligentes o con talento que conozco, aunque Dios sabe qué significa eso, son chicas feas. Es porque tienen que compensar lo horrorosas que son.
- ¿Saben qué decía Ed Gein?
- ¿Ed Gein? ¿El maître del bar Canal?
- No, un asesino en serie.
- Wisconsin, 1950.
- ¿Qué decía Ed?
-"Cuando veo una chica bonita, pienso dos cosas una parte de mí quiere salir con ella, hablar con ella, ser amable, dulce y tratarla bien"
- ¿Qué pensaba la otra parte?
- Cómo quedaría su cabeza clavada en un palo.- He visto cómo me miras. He notado tu cuerpo caliente. No seas tímido. No te imaginas cuánto he deseado esto, desde la fiesta en Arizona 206.
Ya sabes, en la que llevabas esa corbata a rayas rojas de cachemira de Armani. Te deseo.
- Yo también te deseo.¿Pueden hablar más bajo? ¡Estoy intentando drogarme!
- ¿A qué te dedicas?
Trabajo en asesinatos y ejecuciones, sobre todo.
- ¿Te gusta?
- Depende. ¿Por qué?
- La mayoría de los hombres que conozco que trabajan en asesinatos y adquisiciones no están contentos.¿Alguna vez has querido hacer feliz a alguien?
- Sé que tengo tendencia a involucrarme con hombres comprometidos. Quiero decir, ¿Quieres que me vaya?
- Creo que si te quedas, ocurrirá algo malo. Podría hacerte daño. No quieres que te hagan daño, ¿verdad?
- No, supongo que no. No quiero que me hieran. Tienes razón. Debería irme.Te la chupaba si le mostrabas una tarjeta de crédito.
- Evelyn, creo que nos hemos distanciado.
- ¿Por qué? ¿Qué pasa?
- No puedo evitar implicarme en una conducta homicida a gran escala. Pero no tengo otra manera de satisfacer mis necesidades. Tenemos que hablar.¿Sobre qué?
- Se acabó, Evelyn. Se acabó.- Eres inhumano.
- No. Estoy en contacto con la humanidad.Harold, soy Bateman. Patrick Bateman. Eres mi abogado. Creo que deberías saber que asesiné a mucha gente. Unas prostitutas en un departamento, al norte. Unos 5 o 10 indigentes. Una universitaria en Central Park. La dejé en un garaje detrás de una pastelería. Maté a Bethany, mi ex novia, con una pistola de clavos. Y a un tipo, un maricón con un perro. La semana pasada, maté a otra chica con una moto sierra. Tuve que hacerlo, casi se escapa. Y a alguien más, no me acuerdo, tal vez una modelo. También la maté. Y a Paul Allen. Maté a Paul Allen de un hachazo en la cara. Su cuerpo se está disolviendo en una bañera en Hell's Kitchen. No quiero dejarme nada en el tintero. Creo que maté a unas 20 personas. O quizás 40. Tengo vídeos de muchos asesinatos. Algunas chicas los vieron. Incluso llegué a comerme algunos de sus cerebros e intenté cocinar un poco. ¡Esta noche tuve que matar a mucha gente! No estoy seguro de que esta vez pueda escapar. Quiero decir, supongo que soy, que soy un enfermo.
Todo lo que tengo en común con lo incontrolable y lo demente, con lo sanguinario y con el mal, todo el caos que he ocasionado y mi completa indiferencia hacia ello, todo eso lo he superado. Mi dolor es constante y agudo. Y no espero un mundo mejor para nadie. En realidad, quiero que mi dolor se inflija a los demás. No quiero que nadie escape. Pero aún admitiendo esto, no hay catarsis. Mi castigo sigue evitándome. Y no consigo conocerme mejor. De mi relato no puede extraerse ningún conocimiento nuevo. Esta confesión no ha significado nada.