Frases de la película Amelia
Vuelo por diversión.
Volar me permite moverme en tres dimensiones.
¿Quién quiere una vida encerrada en la seguridad?
Esto es Estados Unidos, por eso estoy obligado a hacer la mayor cantidad de dinero posible.
La propiedad es la carta del triunfo.
Es triste decirlo, pero los dólares suben los aviones.
- ¿Qué hora es?
- Hora de volar.He amado a una persona incondicionalmente, Bill. Es el sujeto más compasivo, generoso, encantador y divertido que he conocido. Mi padre... Es alcohólico y me ha defraudado toda la vida. Levántate de esa maldita cama y vuela ese avión a Irlanda, o te juro que lo haré yo.
La niebla viene silenciosa cual gato. Se sienta, observa el puerto y la ciudad sobre ancas silenciosas y luego avanza. Escucha. Los motores zumban dulcemente. Y yo me siento en casa.
Amelia Earhart, la única mujer que voló sobre el Atlántico, no puede tener los pies en la tierra. El editor George Putman le ha encargado un libro de aventuras de vuelo.
Debes tomarte en serio cada aparición. Nunca sabes a dónde podría llevarte.
- Querido George. Sólo yo puedo lograr una vida satisfactoria para mí.
- No creo que uno pueda tener una vida satisfactoria solo. Sólo cuando es compartida. Déjame compartir tu vida conmigo. Déjame intentar darte todo lo que quieras.Cuando era niña, cuando cumplí 7 años, mi padre me regaló un globo terráqueo. Yo pasaba horas girándolo lentamente, leyendo los nombres de todos esos lugares extraños y lejanos. Marruecos, España, Etiopía. Soñando que algún día iría a esos lugares, como peregrina, viajante, vagabunda. Quiero ser libre, George. Ser vagabunda del aire.
Estoy en mi brillante aventura, volando por el mundo. Sin fronteras, sólo horizontes. Sólo libertad.
Querido G. P. Debo reiterar mi renuncia a casarme, dado que siento que hacerlo me impediría la vida de aviadora que tanto significa para mí. En esta relación debo conservar algún lugar donde pueda ser yo misma de vez en cuando, porque no puedo garantizar soportar en absoluto el confinamiento a una jaula, aunque sea atractiva.
Prefiero enfrentar una muerte en el agua a seguir viviendo como un fraude.
Amelia dice: ¡Volar es más rápido!
Tocar tu mano y ver tu rostro hoy es una dicha. Tu presencia eventual en un cuarto recuerda a las estrellas que nos vieron tendidos. Te veo en una magnitud inquieta y vuelvo a ver las estrellas que una noche cálida nos prestó hace tiempo. Nos amábamos mucho entonces, nos amamos mucho ahora.
Primero la seguridad ¿no?
Vuelo por diversión. Siempre lista para una nueva aventura.
Una belleza maravillosa a mi alrededor, tan encantadora como para distraer a cualquier piloto de su tarea, la de llevar un avión pesado fuera del platillo del gran altiplano por sobre las montañas que le sirven de contorno.
Todo lo que nunca dije en tanto tiempo, mira hacia arriba, allá en mis ojos.
Todos tienen océanos que volar... Siempre que tengan el valor de hacerlo. ¿Es importante? Quizá ¿pero qué saben los sueños sobre límites?
Pienso en las manos que he estrechado, los lugares que he visto, las vastas tierras cuyo barro secó en las suelas de mis zapatos. El mundo ha cambiado.