Frases de la película Hello, My Name Is Doris
Solo quedamos los gatos y yo. Espero no terminar como uno de esos neoyorquinos raros que se ahoga con un maní, se muere y nadie me extrañe hasta que el olor de mi cadáver atraviese las paredes.
- Fascista.
- Nos sacó el dedo, Roz. ¡Sácale el dedo!Roz, por el amor de Dios, la próxima vez, muéstrale el dedo y ya.
Este es un muy buen queso. Creo que es un manchego español. Tiene un cierto "olé".
Yo soy posible.
- Ya sabemos, Roz. Te preparas con anticipación. Nos lo dices cada año.
- Para ti no soy Roz, soy tu abuela. Respétame. Puedes llamarme, Buzozia, puedes llamarme Noni, Nani, Nuni. Cuando puedas votar, puedes llamarme Roz. Mientras seas comunista, lo cual era buena idea en teoría.El amor es una guerra, cariño.
A Melvin y a mí... Que en paz descanse... A Melvin y a mí nos encantaba el jazz improvisado. Creo que debes encontrar algo en común con este hombre.
- Le gusta la comida hindú.
- ¿Cuándo has comido comida hindú?
- Nunca, pero estoy segura que me gustaría.A lo mejor tú eres la loca y yo la normal. ¿Nunca has pensado eso?
- Hago mi propia mi vainilla. Cada botella tiene una vaina especial. Es como el gusano de una botella de tequila, pero no es tequila sino vainilla y no es un gusano, es una vaina.
- Yo hago mis propias barras de chocolate. Sí. Cada uno es cortado a mano y viene con un haiku en el envoltorio.Doy clases en un preescolar gay en Park Slope. Todos mis niños son lesbianas, gays, bisexuales o transgénero.
Estuve comprometida. Tenía unos 20 años y el se llamaba Arthur y era un estudiante de periodismo en la universidad local, nos conocimos en un bar en el Village, yo estaba con mi amiga Roz y él con su amigo, Peter, y pidieron copas y se sentaron en nuestra mesa y hablamos y hablamos y hablamos. Y a él le encantaba la música folclórica, las películas extranjeras y tenía ojos cafés y una gran sonrisa y pasábamos cada momento juntos y me llevaba a unas películas extranjeras que eran muy raras. Y una noche, me estaba llevando a casa en el ferry, que se movía mucho. Recuerdo que el mar estaba muy picado y se arrodilló y se cayó y entonces... Se cayó y nos reímos y luego sacó un anillo y me pidió que me casara con él y yo dije que sí. Y... Luego consiguió un trabajo en un periódico en Flagstaff, Arizona y me pidió que me fuera con él pero no podía dejar a mi madre. La habría matado si la hubiera dejado sola. Y él se fue y yo me quedé, y eso es todo.
- ¿Tú estás decepcionado de mí? Todd, ¿dónde estabas? ¿Dónde estuviste todos estos años? Todos esos años que yo la cuidé. Yo la alimenté, la vestí. Yo la cuidé. ¿Dónde estabas tú?
- Hicimos un acuerdo, Doris. Tú estabas en la mejor posición para cuidarla. ¿Cómo habría estudiado? ¿Cómo habría empezado mi negocio? ¿Cómo? Tú aceptaste eso. Los dos aceptamos eso.
- Yo pude haber tenido esas cosas. Yo también pude haberlas tenido.Te estás aferrando a las cosas porque te dices que puedes necesitarlas. Puedes necesitarlas algún día. No sé, a lo mejor solo tienes miedo.
Ella nunca me cayó bien, pero tiene zapatos bonitos.
- Roz, tiene que haber más en la vida que ir a conferencias en la YWCA y robar queso. Digo, tu marido se murió. Se murió, fue una tragedia. ¡Pero eso fue hace 15 años! ¡Sigue adelante, maldita sea!
- ¿Tú me dices que siga adelante? En tu refrigerador tienes paquetes de salsa de pato de los años 70.Para ellos eres solo una viejita que se viste raro. ¡Eres su puto proyecto de arte raro!
Yo no robo queso. ¡Ese queso es gratis!
Oremos por los que estamos aquí y por los que se han ido siempre. Y por los que están en la cárcel, ojalá la comida allá no sea terrible. Y demos gracias por las amigas que están aquí en lugar de otro lado. Por las amigas que no nos han abandonado. Por las amigas que no nos han traicionado cuando las necesitamos y no se han ido con un buen pedazo de lo que sea.