Frases de la película El curioso caso de Benjamin Button
Eres más feo que el hambre, pero eres hijo de Dios.
El pobre niño se ha llevado la peor parte. Ha sido blanco.
Algunas criaturas no están predestinadas a vivir.
Este bebé es un milagro. Eso seguro. Sólo que no el milagro que uno espera ver.
Uno nunca sabe lo que le espera.
No creo que tenga gusanos. Así soy yo.
Mucho tiempo vas a estar solo. Cuando eres diferente como nosotros, así va a ser. Pero te digo un secreto. La gente gorda, la gente delgada, la gente alta, la gente blanca, está tan sola como nosotros. Pero tienen mucho miedo.
No soy tan viejo como parezco.
Lo importante no es lo bien que toques sino lo que sientes acerca de lo que tocas.
Uno no puede evitar sumergirse en la música.
Crecer es algo muy curioso. Llega sin avisar.
Todos debemos perder a la gente que amamos. Si no, ¿cómo sabríamos lo importante que son?
Un hotel, a mitad de la noche, puede ser un lugar mágico.
Es curioso lo de regresar a casa. Se ve igual, huele igual, la sientes igual. Te das cuenta que lo que cambió fuiste tú.
Cuando me fui, era una niña. Y una mujer había ocupado su lugar. Era la mujer más hermosa que jamás había visto.
Las oportunidades definen nuestra vida. Incluso las que se nos van.
Te puedes poner como un perro rabioso por cómo salió todo. Puedes maldecir a las diosas de la suerte. Pero cuando llega el final tienes que aceptarlo.
Te diré que nunca es demasiado tarde o, en mi caso, muy temprano para ser quien quieres ser.