Frases de la película La Bella y la Bestia
Érase una vez en una tierra lejana, un joven príncipe que vivía en un hermoso castillo, aunque tenía todo lo que pudiese desear, el príncipe era malvado, egoísta, poco amable. Una noche de frío invierno, una vieja mendiga llegó al castillo y le ofreció una sola rosa a cambio de refugio contra el cruel frío. Repugnado por su aspecto andrajoso, el príncipe se burló del obsequio y echó a la anciana a la calle. Ella le advirtió que no se dejara engañar por las apariencias, porque la belleza estaba en el interior. Cuando la volvió a rechazar, la fealdad de la anciana desapareció y reveló a una hermosa hechicera. El príncipe intentó disculparse pero ya era tarde porque ella había visto que en su corazón no había amor. Como castigo lo convirtió en una espantosa bestia y encantó el castillo con un poderoso hechizo y a todos los que moraban ahí. Avergonzado de su monstruoso aspecto, la Bestia se escondió dentro de su castillo, siendo un espejo mágico su único contacto con el mundo. La rosa que ella le había ofrecido era en realidad una rosa encantada que duraría hasta los 21 años del príncipe. Si llegaba a amar a una doncella y ella lo amaba también, antes de que cayera el último pétalo, se rompería el hechizo, si no, quedaría encantado y sería una bestia por toda la eternidad. Al pasar los años el cayó en la desesperación y perdió toda esperanza, porque quién podría algún día, amar a la Bestia.
Yo quiero más que vida provincial.
- ¡Ah Bella!
- Aquí está el libro que me prestó.
- ¿Ya lo terminaste?
- No podía soltarlo. ¿Tiene algo nuevo?
- No desde ayer.
- No importa, me llevaré este.
- ¿Ese? pero si lo has leído dos veces.
- Es mi favorito. ¡Tierras lejanas, duelos, hechizos mágicos, el príncipe!
- Sí tanto te ha gustado, es tuyo.
- Pero, señor.
- Insisto.
- Gracias, se lo agradezco mucho.Oigan mi favorita, cuando ella encuentra amor al fin. Él, un gallardo príncipe y ella lo descubre hasta que llega el final.
- No fallaste ningún tiro, Gastón. Eres el mejor cazador del mundo.
- Lo sé.
- Ninguna bestia se te podría escapar, tampoco ninguna doncella.
- Es cierto, Lefú. Y tengo los ojos puestos en esa.
- ¿La hija del inventor?
- Justamente. Y tendrá la suerte de ser mi esposa. La más hermosa de las doncellas. Y ella es la mejor. ¿Acaso no merezco la mejor?- Hola Bella.
- Bonjour Gastón. Gastón quieres darme mi libro.
- No está ilustrado, que aburrido.
- Muchas personas usan la imaginación.
- Bella, ya es tiempo de que dejes tu imaginación y le prestes atención a algo más importante. A mí. Todo el pueblo habla de ti, no es bueno que la mujer lea, eso le dará ideas, la hará pensar.
- Gastón, en verdad eres primitivo.
- Gracias Bella.Mírala ahí va esa chica tan extraña, una preciosa Mademoiselle, es penoso sin dudar, que no encuentre su lugar ya que una chica rara es, tan bella como peculiar si una chica peculiar, ¡Bella es!
- ¿Papá, crees que soy extraña?
- ¿Mi hija, extraña? Ja, ja. ¿De dónde sacaste esa idea?
- No sé, nunca me he sentido feliz aquí. No hay nadie con quien charlar.Quiero aventuras que al mundo asombren, un gran amor quiero encontrar, que feliz a mi vendrá y me entienda de verdad, quiero mucho más que un simple plan.
Ella es la chica que hemos estado esperando, ¡ha venido a romper el hechizo!
- Espero que estés cómoda. El castillo será tu hogar, así que puedes ir a donde tu quieras, excepto al ala oeste.
- ¿Qué hay en el ala...?
- Está prohibida.Mi cuerpo cubierto de pelos está.
- No quiero conocerlo, no quiero tener nada que ver con él.
- Me estoy engañando, jamás me verá sino como un monstruo.¿Qué es la cena si no hay un poco de música?
Nadie se resigna a esta vida tan indigna, sirviente que no tiene a quien servir. A los buenos días de nuestros triunfos, ya es sabido no hay por qué vivir. Diez años enmohecidos, de polvo nos cubrimos, sin poder ejercitar nuestra labor. Sombras que rondamos el castillo. Todo aquí dormía, usted trajo la alegría.
- No es posible que pueda dormir, nunca había estado en un castillo encantado.
- ¿Encantado? Ja, ja, ja. ¿Quién le ha dicho que este castillo está encantado?
- Yo sola me di cuenta.Y como siempre digo, si es gótico hay goteras.
Así que quiere que encierre a su padre en el asilo si no le concede su mano... ¡Oh! eso es despreciable ja, ja, ja me encanta.
- Nunca había sentido algo así por alguien. Quiero hacer algo por ella ¿pero qué?
- Bueno, hay tantas cosas, flores, chocolates, promesas que no intentas cumplir.
- No, no, no. Tendrá que ser algo muy especial, algo que de veras le interese, un momento...- Bella, hay algo que quiero mostrarte, pero primero cierra los ojos, es una sorpresa.
- ¿Puedo abrirlos?
- No, todavía no. Espera aquí.
- ¿Ya puedo abrirlos?
- Está bien, ahora.
- ¡Wow! No puedo creerlo. Nunca en mi vida había visto tantos libros.
- ¿Te gusta?
- Es maravilloso.
- Todo es tuyo.
- Muchísimas gracias.- Qué gran bondad se esconde allí, aunque al principio rudo y malo lo creí, ahora sé, que no es así, y me pregunto por qué antes no lo vi.
- Miró hacia acá, me pareció y cuando nos tocamos no me rechazó, no puede ser, lo ignoraré, más sin embargo nunca me ha mirado así.
- Es nuevo y excitante como imaginar que fuera así. No es un gallardo príncipe pero algo hay en él que antes no lo vi.- Y puede ser que haya algo más allí.
- ¿Qué cosa es mamá?
- Te lo diré cuando seas grande.Relájate Ding Dong y que la naturaleza siga su curso.
Nunca hubo historia más triste que ésta de Julieta y su Romeo.
Olvida la timidez, hay que ser audaz, atrevido.
Fábula ancestral, sueño hecho verdad, belleza y fealdad, juntos hallarán más que una amistad. Algo allí cambió en su corazón, una historia ideal, mágico final, Bella y Bestia son.
- La dejé ir.
- ¿Qué cosa, por qué lo habéis hecho?
- Porque la amo.Bella, ¿por qué nos dejaste? ¿Ya no nos quieres o qué?
Levántate, levántate. ¿Qué te pasa Bestia? ¿Demasiado gentil para defenderte?
Pedazo de reloj de bolsillo.
- ¿Van a vivir felices para siempre mamá?
- Por supuesto.
- ¿Y tengo que dormir en la alacena?