Frases de la película Distancia de rescate
- Son como gusanos.
- ¿Qué tipo de gusanos?
- Como gusanos, en todas partes.
- ¿Gusanos en el cuerpo?
- Sí, en el cuerpo.
- ¿Gusanos de tierra?
- No. Otro tipo de gusanos.- Si te cuento, no vas a querer verme más. No vas a querer que él juegue con Nina.
- ¿Quién? ¿David?
- No vas a querer, Amanda.
- ¿Es tuyo? ¿Es tu hijo?
- Era mío. Ya no. Ya no me pertenece.- No entiendo, Carola. Un hijo es para toda la vida.
- No, querida.Cuando David nació, era un sol. Claro que sí. En la guardia, cuando me lo dieron por primera vez para sostenerlo, me angustié un montón. Estaba convencida que le faltaba un dedo. La enfermera dijo que a veces pasa con la anestesia que uno se persigue un poco. Pero yo, hasta que no le conté los diez dedos dos veces, no me convencí de que todo había salido bien. Lo que daría ahora por que a David solo le faltara un dedo.
Entonces David se enfermó. Fue como hace unos siete años, más o menos. Yo había empezado a trabajar con mi marido. Era la primera vez en mi vida que trabajaba. Imaginate. Le hacía la contabilidad que, bueno, de contabilidad no tenía nada. Andaba por el pueblo haciendo trámites bien vestida. Para vos es diferente porque venís de afuera, pero acá para el glamur hay que tener excusas. Y esta era perfecta.
Uno dice: "Perder la casa sería lo peor". Y después hay cosas peores. Y uno daría la casa y la vida por volver a ese momento y soltar las riendas de ese maldito animal.
- Y me fui para la casa verde.
- ¿Qué casa verde?
- A veces vamos ahí los que vivimos acá.
- Pero ¿no lo llevaste a Urgencias a un chico que respira así?
- No, Amanda. Yo ya había visto demasiadas cosas en este pueblo. Tenía que encontrar una solución. Una solución que no fuera esperar dos horas a un médico rural que ni siquiera llegaría a tiempo a la guardia. Algo se le metió en el cuerpo a ese caballo. Y lo que fuera que se le hubiera metido, también lo tenía mi David. Es que a veces no alcanzan los ojos. No sé cómo no lo vi. ¿Por qué estaba ocupándome de ese puto caballo en vez de ocuparme de mi hijo?Me pregunto qué hubiera hecho yo en lugar de Carola. Ahora mismo estoy calculando cuánto tardaría en salir corriendo del auto y llegar hasta Nina si ella se cayera a la pileta. Es la distancia de rescate. Así llamo al hilo que me ata con mi hija. Me paso la mitad del tiempo calculando esa distancia, y siempre arriesgo más de lo que debería. Un hilo invisible se tensa.
- El caballo ya está muerto. Es una intoxicación. Al niño le quedan unas horas, tal vez un día. Pero pronto va a necesitar asistencia respiratoria.
- Mi David.
- Su cuerpo es muy pequeño para luchar con una intoxicación tan grave. Va a atacarle el corazón. No va a superarlo.
- No, usted me tiene que ayudar. Usted lo tiene que salvar. Por favor. Mi David. Haga algo, por favor.
- Podemos intentar una migración. Nos queda poco tiempo, pero podemos intentarlo.
- ¿Una migración? ¿Qué es una migración?
- Si logramos mudar el espíritu de David a un cuerpo sano, entonces parte de la intoxicación se irá también con él. Dividida en dos cuerpos, podría superarla. No es algo seguro, pero a veces sucede.Esa mitad se va. Hay que dejarla ir. Ya no será lo mismo, Carola. Por eso necesito saber si está dispuesta a aceptar esa nueva forma. La migración trae un espíritu desconocido al cuerpo enfermo. Pero usted tiene que entender que, incluso sin David, usted va a seguir siendo responsable de ese cuerpo.
- ¿Y no lo tocaste? ¿No le diste un abrazo?
- Ese ya no era mi David. Era otro chico. Este monstruo.- ¿Por qué las madres hacemos eso?
- ¿Qué cosa?
- Pensar siempre en la peor de las posibilidades. Medir el peligro, lo de la distancia de rescate.- Tenés que ir sola al lago.
- ¿Por qué?
- Porque este es un viaje tuyo. Es algo que hacés para vos.
- Entonces, tú tienes que aprender a manejar.
- Trato.
- Estás nerviosa. Eso es bueno.Gracias por la clase. Si hubieras llegado antes a mi vida… si hubiera sabido manejar, las cosas hubieran sido tan diferentes.
- Menos mal que no pasó nada.
- Esto es una locura. Estás completamente loca.
- Disculpame, pero hay que tener cuidado con David.
- ¡Contigo hay que tener cuidado! David no hizo nada. ¡Eres tú y tu delirio de David, David, David! Es que no confías ni en tu maldito propio hijo.- Mami, me mojé.
- Es rocío, mi amor.- Perdón que me puse tan mal ayer. Es que hay días que las cosas me duelen demasiado. Hace tiempo que no pienso en lo que quiero. Que solo pienso en lo que hubiera querido. Pero son cosas que vos no entendés.
- ¿Cómo que no lo entiendo? ¿Vos pensás que yo no fantaseo con irme? ¿Con empezar otra vida? ¿Con tener a alguien a quien cuidar y que se deje?
- ¿Y eso qué tiene que ver?
- Que no vas a volver, Amanda. Que te vas a ir, y cada año vas a elegir un lugar distinto, cada vez más y más lejos. Y yo me voy a quedar atada a este puto pueblo. Yo no me escapo de las cosas que me asustan. Yo tomo mis decisiones. Y no me arrepiento de nada.
- Solo te miras el ombligo, Carola.
- ¿Y vos? Vos no te mirás nunca.- Mi madre siempre lo decía… "Tarde o temprano, algo malo va a suceder. Y cuando pase, quiero tenerte cerca".
- ¿Son como tú, David?
- ¿Cómo soy yo, Amanda? Acá son pocos los chicos que nacen bien.- Amanda. Nina tampoco está bien. Es muy chiquita. No va a aguantar. El médico tampoco va a llegar a tiempo. ¿Entendés lo que te quiero decir? Yo te dije que no me arrepentía de nada. Vos creés que yo hubiera preferido a mi David muerto, pero no. Lo prefiero vivo, te lo juro. Tengo que llevarla. Tengo que llevar a Nina a la casa verde. Tenés que decirme que estás de acuerdo. Necesito tu consentimiento. Se va a salvar. Va a estar todo bien.
- No me está pidiendo permiso. Me está pidiendo perdón.No es rocío. Está en todas partes.
- ¿Qué le va a pasar a Nina? ¿Adónde va su otra mitad? ¿Tú puedes interceder? ¿Puedes dejarla cerca?
- ¿Cerca de quién?
- Cerca mío.
- Amanda.
- Acá estoy. El hilo. Tira demasiado. ¿Es Nina? ¿Tira del hilo para encontrarme? Es como si me atara el estómago desde afuera. Lo aprieta. Lo parte. ¿Es porque no vi el peligro? La distancia de rescate. ¿Es eso lo que querías que viera?
- ¿Qué ves, Amanda?
- El hilo.
- El hilo ya se cortó.